César Trujillo / Columna

Código Nucú / César Trujillo 

*** Entre Juanitas te veas

En Chiapas, las Juanitas son figuras decorativas que sirven a los institutos políticos para aparentar que cumplen con la cuota de género que exige la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (Legipe) para luego entregar la posición a quienes las usaron de parapeto. 

Se han convertido en marionetas que, a cambio de una remuneración económica o de la presión laboral, colaboran a burlar al electorado y al sistema mismo. Asumen roles a valores entendidos donde su renuncia es la muestra más alta del cinismo que ronda en los Ayuntamientos y en el propio Poder Legislativo, desde donde se sigue minimizando la participación de la mujer.

Quienes usan a las Juanitas son esposos, amigos o familiares, o bien, los líderes de los partidos que se ponderan como los grandes promotores de la cuota de género, cuando la realidad es otra. Son éstas, tristemente, figuras decorativas de los cotos de poder que encontraron en esa jugarreta, desde el 2009, el modus perfecto para torcer las leyes a su antojo. 

Los votantes, otra vez, serán defraudados. Los nombres de las Juanitas que eligieron serán sustituidos sin importar que eso también sea otra forma de violencia contra la participación política de la mujer. Así, las que “cumplieron” ya con su objetivo dispuesto por la legislación comicial, caerán en desacato de las leyes sin que nadie diga nada.

Y cabe aclarar que no es un fenómeno exclusivo de un instituto político o de un grupo. No. Todos, en menor o mayor medida, terminan incurriendo en este truco que es casi imposible de prever, pues es hasta que ya fueron las Juanitas votadas cuando aparecen las intenciones de ser botadas.

Se habla de que en estas elecciones cerca de 40 candidatas electas se han acercado ya al Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) en busca de deponer su puesto de elección popular y cederlo en favor de sus familiares o esposos, y el instituto ha señalado que no permitirá que se violenten sus derechos pero aún falta ver.

Y es acá donde no debemos olvidar las palabras de Yulma Rocha quien, en septiembre del 2009 cuando había sido electa como diputada priista y pretendía ceder su curul a Francisco Labastida, declaró sumamente colérica, exhibiendo su desconocimiento en materia de derecho electoral, que las posiciones plurinominales eran posiciones del partido y, por tanto, éste podía hacer con ellas lo que más le conviniera. 

Supongo que esa terrible afirmación sigue vigente en la cabecita de muchos políticos que creen que la igualdad de género es un invento y que las elecciones son mero trámite para que puedan colarse a los puestos de elección popular, previo acuerdo con algunas mujeres que se prestan a estas barrabasadas. 

El mismo Instituto Nacional Electoral (INE) ha exhortado a las autoridades locales de nuestra entidad a no permitir que este fenómeno de las Juanitas se repita y manche de nueva cuenta los comicios, donde Chiapas termina fungiendo como un estado desordenado en donde los cotos de poder tienen más peso que la democracia misma.

Lamentable que mientras los líderes morales (y sin moral) de los partidos políticos fijan “posturas” sobre el respeto y la importancia de generar igualdad política entre mujeres y hombres, bajo el agua y en lo oscurito sean los mismos que dan las órdenes y avalan estas prácticas que en nada abonan al desarrollo democrático de los pueblos.

Ya veremos quiénes son los actores políticos que están a la espera de hincarle el diente a las candidaturas que ganaron las Juanitas, quiénes son esos paladines de la justicia que usaron la más baja y ruin estrategia de utilizar como trampolín a las mujeres que han anunciado ya su intención de tirar la toalla antes de que todo comience.

Veremos si son rojos, morados, verdes, azules, turquesas, morenos, amarillos o anexas los gandules que se apoderarán de un puesto que no les corresponde. El 2015 varios mostraron el cobre y este 2018 parece que no será la excepción de la regla.

Veremos, pues, qué dicen las autoridades y qué dice el electorado. Por lo pronto, las Juanitas siguen siendo carne de cañón y los políticos muestran que pese a que el Legipe señala que “es derecho de los ciudadanos y obligación para los partidos políticos la igualdad de oportunidades y la paridad entre hombres y mujeres para tener acceso a cargos de elección popular”, a ellos las reglas les importan poco.

Manjar 

La consigna de la que tanto se habló tras el regreso de Manuel Velasco a sustituirse a sí mismo a la gubernatura se dio ya. Me refiero a la reunión para tratar el proyecto del Tren Maya. Fue en Chiapas. Sí, en Palenque y cerca de La Chingada (el rancho del Peje). Nuevamente el presidente electo Andrés Manuel López Obrador mostró su cercanía no sólo con la entidad (a la que ha venido en repetidas ocasiones), sino con el propio Velasco Coello a quien le encargó, según se dice, convocar a los gobernadores constitucionales y electos de Campeche, Tabasco, Quintana Roo y Chiapas buscando evaluar el proyecto y sus beneficios para el sureste. ¿Qué viene para Chiapas? No sé, especular a estas alturas no ayuda en nada. Resta esperar a que este sexenio concluya y que los retos del gobierno entrante se cumplan y que Chiapas adquiera un nuevo rostro. 

#NuevosTiempos

 // “Se puede engañar a parte del pueblo parte del tiempo, pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo”: Abraham Lincoln. 

#LaFrase

 // La recomendación de hoy es el libro Poesía completa (1955-1972) de Alejandra Pizarnik y el disco Reign in Blood de Slayer. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer. 

* Miembro de la Asociación de Columnistas Chiapanecos.

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