Angel Mario Ksheratto / Columna

Artículo Único / Angel Mario Ksheratto

Pobres discursos

Temas torales como la solución al caótico estado financiero, la paralización del campo, la creciente inseguridad, la crisis en el sector salud, la superación de las diferencias con el magisterio, el combate efectivo a la pobreza, el fin de la corrupción, mecanismos para transparentar el gasto público, la creación de polos de desarrollo igualitario —por citar unos cuantos— son los grandes ausentes en la campaña electoral de Chiapas.

De los cuatro personajes que están formalmente inscritos como aspirantes a la gubernatura, solo hemos escuchado débiles esbozos sobre temas recurrentes, pero ninguno ha profundizado, ya por negligencia, ya por indiferencia o si usted quiere, por mera cortesía política, puesto que desde el ángulo que los candidatos quieran abordar los temas, el actual mandatario, saldría mal parado.

No es por desconocimiento y eso debe quedarnos claro. Aguilar Bodegas, José Antonio, por años, ha estado inmerso en el mundillo de la política local; ha sido alcalde de Tapachula, diputado local y federal, senador, presidente del PRI, secretario de Estado. Conoce a fondo los problemas, las necesidades, las fortalezas y debilidades del Estado.

Albores Gleason, Roberto Armando, ha sido secretario de Estado, dirigente del PRI, diputado federal y senador. De su último cargo, suele él, resaltar iniciativas de desarrollo económico, especialmente para la zona Costa y ha impulsado proyectos financieros interesantes. De su paso por el PRI, se puede resumir que fue un fracaso contundente.

El aspirante de MORENA, Escandón Cadenas, Rutilio Cruz, tampoco es un neófito en el tema chiapaneco; ha sido diputado federal, senador y en los meses previos a declararse precandidato al gobierno, presidente del Poder Judicial de Chiapas.

Orantes Ruiz, Jesús Alejo, es el sempiterno líder de los productores de caña de la región de Pujiltic y ha sido diputado local; pese a no tener un amplio historial en cargos públicos, su condición de cacique regional y el trabajo que ha realizado en las comunidades marginadas y explotadas, precisamente por los cañeros, lo hacen un amplio conocedor de la problemática de fondo..

¿Entonces? ¿Por qué tan pobre discurso? Cierto es que no pueden, por la veda electoral, llamar al voto e incluso, hacer propuestas. Sin embargo, tienen la opción de hacer diagnósticos realistas de la terrible situación de Chiapas. Desenterrar temas de sumo interés para los chiapanecos —y que por inercia de quien usufructúa el Poder Ejecutivo se han vuelto tabú—, no está prohibido, a menos que el impasse legal, sea utilizado como mordaza para no criticar al gobernador en turno.

Ello sería grave, porque estaríamos frente a una dictadura que impide aun a sus oponentes, a fijar criterios sensatos para sacar al estado de la barranca a donde fue llevado por negligencia, omisión y por qué no decirlo, por la galopante corrupción.

También es cierto que el cochinero en que se convirtió el proceso electoral, desvía la atención de los candidatos hacia asuntos legales y jurídicos, relacionados con las postulaciones y otras cuestiones que deberían solucionar los partidos políticos; pero ello, no los exime de la responsabilidad de ofrecer diagnósticos certeros sobre la situación del estado.

En Chiapas se quieren escuchar propuestas sobre los asuntos realmente relevantes. Temas que deben abordarse con seriedad, responsabilidad y amplio criterio. Sería catastrófico que se copie el esquema de los candidatos a la presidencia de la República, quienes se han trenzado en una lamentable guerra de acusaciones, que no llevan al país a ninguna parte.

Las patanerías, los insultos, las amenazas, los pleitos de cantina y la ignorancia pactada, solo benefician a los corruptos, a los saqueadores y a quienes quieren que Chiapas, siga estancado en la pobreza y la marginación.

En esto, se deben priorizar las propuestas. Una de las urgencias ineludibles, es el real combate a la pobreza y marginación, principalmente en Los Altos, Norte y Selva. ¿Qué tienen en mente para superar los rezagos? ¿Cómo evitar que los programasasistencialistas cumplan con el propósito para el que fueron creados? ¿Mantendrán esquemas paternalistas por encima de la emergencia que implica lo que ya es una crisis alimentaria?

Para lograr que la pobreza disminuya, es urgente que se frene la corrupción. ¿Cales serán los métodos que utilizarán para evitar que el gasto público se desvíe? ¿Pondrán en marcha programas de control que garanticen que cada centavo llegue a los que de verdad lo necesitan? ¿Enviarán iniciativas al Congreso para endurecer las sanciones contra los corruptos? ¿Les otorgarán perdón? Los cuatro candidatos, están obligados a responder, pero también, a empezar a dar muestras de su capacidad. ¿Podrán?