Piden intervención de autoridades

*Preocupante la apatía de las autoridades sanitarias para actuar, y evitar el sacrificio clandestino y comercialización de ganado enfermo

*Detectan una res del rancho San Fernando, de Arriaga Chiapas con la enfermedad; decomisaron la carne para evitar la comercialización
*Exhortan a la población a verificar donde compran sus productos, y que sea donde exhiban “constancia de calidad” emitida por el RRT

Tapachula, Chis.-La presencia de “tuberculosis” en ganado de la región costa de Chiapas, está confirmada. Sobre todo, en el municipio de Arriaga, sin embargo, existe omisión por parte de las autoridades sanitarias para actuar, poniendo en riesgo la salud de la población. 
Con el decomiso de una res infectada con tuberculosis, el pasado sábado 19 de Enero, en el rastro de Tapachula, queda demostrado el grado de indefensión en la que se encuentran los consumidores de productos cárnicos, ya que a pesar del hallazgo y el informe emitido a las autoridades correspondientes como el Comité de Fomento y Protección Pecuaria, la Secretaría del Campo y la propia Secretaria de Salud del Gobierno del Estado, no le han dado el seguimiento correspondiente.
Lo anterior fue informado por el Administrador Único de la Cooperativa de Consumo Tablajeros la Unión S.C. de R.L. de C.V., Jorge Ortiz Arévalo quien confirmó que han documentado y denunciado diversos hechos al respecto.
Precisó que la res decomisada el pasado sábado se trata de un animal proveniente del rancho San Fernando del municipio de Arriaga, la cual fue solicitada su maquila por el introductor Francisco Argueta, quien curiosamente realiza sus matanzas en el rastro de Mapastepec, pero que en esta ocasión llegó al rastro de Tapachula.
En el centro de sacrificio del ganado, el grupo de médicos al realizar los muestreos, confirmó la enfermedad del animal y se procedió al decomiso del producto para evitar que esta carne llegará a los mercados de la ciudad, evitando así dañar la salud de los consumidores.
Con esta situación queda demostrado, la prevalencia de la enfermedad en los ranchos de aquella región de Chiapas.
Ortiz Arévalo manifestó que en Tapachula han tenido conocimiento de varios casos de personas que han tenido síntomas producidos por el consumo de carne y subproductos como la leche, queso y crema contaminados. Por ello se hacen análisis al respecto, en donde muchos casos salen positivos y otros son descartados.
“Es por ello que se ha emitido una alerta a la población para que tenga cuidado”, apuntó.
En ese sentido exhortó a la población para que verifique en donde compra sus productos, ya que ellos como Rastro Regional de Tapachula, el compromiso es con la salud de los tapachultecos, por lo que cada tablajero o carnicero que sacrifica sus animales con ellos, recibe una “constancia de calidad”, la cual debe permanecer a la vista del público, esto con la finalidad de deslindar responsabilidades y evitar señalamientos infundados en contra de este centro de sacrificio.
En ese sentido también solicitó la intervención del Gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón Cadenas para que ponga a trabajar a las autoridades como la Fiscalía de Abigeato, la Cofepris, La Secretaria de Salud y la Secretaría del Campo, para que cada quien haga lo que le corresponde y evitar que esta actividad productiva se siga viendo afectada como hasta ahora.
De igual forma informó que en diversas ocasiones han denunciado el traslado insalubre de carne, proveniente del rastro de Mapastepec donde incluso sacrifican animales sin la debida revisión médica y sanitaria, donde se han hecho algunos decomisos, pero el delito se sigue cometiendo de manera flagrante. Así como prevalece el contrabando y la introducción de carne de dudosa procedencia a Tapachula.
Agregó que en el municipio de Tapachula se consumen diariamente alrededor de 70 reses, de las cuales solo se sacrifican 20 en el Rastro Regional de Tapachula, donde se cumple con todas las normas sanitarias mexicanas. Mientras que las otras 50 reses, son sacrificadas en mataderos clandestinos y el rastro de Mapastepec, de lo cual ya tienen conocimiento las autoridades competentes, pero nada han hecho para frenar esta mala práctica que pone en riesgo la salud de la población.