Mario Caballero / Columna

Letras Desnudas / Mario Caballero

*** Honor Al Asno

Abusivo o corrupto son términos muy elegantes para describir el comportamiento de Carlos Enrique Martínez Vázquez, todavía presidente de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje en el Estado. Más bien su actitud es como la de un animal de carga. Un asno específicamente. Porque es un funcionario que lleva sobre sus lomos lo que sus amos le ordenan, además es terco, inmoral y trabaja cuando le conviene.
Inmortalizado por Cervantes, Apuleyo, Traven, Rulfo y muchos otros, el burro sobrelleva la fama de ser un animal tonto con la misma nobleza con que ha llevado atajos de leña. Pero la verdad es que los burros son muy inteligentes, señala Homero Adame, quien en su libro Creencias, mitos y leyendas de animales en el Altiplano, lo describe: “conocen bien sus caminos y jamás se pierden. Uno puede echarle la carga a un burro y lo despacha para que vaya a dejarla a un lado; sin tener que guiarlo, el burro sabe a dónde ir”.
Tiempo hace que viene exhibiéndose el proceder público de Carlos Enrique Martínez, especialmente por sus excesos de poder y su inocultable y vergonzosa fama de ser un oportunista y hacerse de dinero ilícitamente. Y él, en lugar de sonrojarse toma tales señalamientos para llenar su currículo. Es un tipo desvergonzado. Cínico. Ruin. Huérfano de madre.
En mayo de 2014 fue detenido por policías municipales en un hecho penoso para un funcionario de tal investidura. Era de noche cuando salió del bar La Palapa del Negro, ubicado en pleno centro de Tuxtla Gutiérrez, y elementos policíacos lo detuvieron para hacer una revisión de rutina, pero se resistió a la inspección.
Bajó de su automóvil y lanzó la frase preferida de los poderosos: “no saben con quién se están metiendo”. Carlos Martínez estaba embrutecido por el alcohol. Dijo que era una persona muy influyente, amigo del entonces gobernador Manuel Velasco Coello y del procurador del estado. Casi no podía hablar, pero a todos los agentes de seguridad los amenazó con que serían despedidos si se atrevían a detenerlo.
Hay quienes dicen que sacó un arma y que intentó golpear a un policía. Pero después de tanto escándalo, lo trasladaron a la cárcel por faltas administrativas. Obviamente, un par de horas más tarde fue liberado tras una llamada de sus jefes.
Martínez Vázquez fue designado en la presidencia de la Junta de Conciliación y Arbitraje con la encomienda de impartir justicia, promover la paz y la armonía en las relaciones entre trabajadores y empleadores mediante la correcta aplicación de la ley y garantizando transparencia, certeza y seguridad jurídica en la resolución de conflictos laborales.
Sin embargo, todo este tiempo se ha dedicado a promover la corrupción en dicho organismo, proteger a sus cómplices, hacer tratos millonarios con grandes empresarios, amenazar a abogados litigantes y despreciar a la clase trabajadora. Está acusado de despedir de manera injustificada a decenas de trabajadores de la dependencia a su cargo.
Al poco tiempo de asumir el puesto, Martínez Vázquez se asoció con Carlos Villanueva, quien fue en su momento asesor de Manuel Sobrino Durán, ex secretario del Trabajo en la administración pasada. Ambos instalaron un bufete jurídico denominado “Despacho Iturralde”, ubicado en la Avenida del Guadalupano número 173, en el fraccionamiento Popular San Pedro Mirador.
El negocio de ese despacho es muy sencillo. Por ejemplo, si una empresa debe pagar un laudo, digamos de un millón de pesos a un empleado, los abogados al servicio de Villanueva y Martínez convencen al empresario de pagar sólo la mitad. Aprovechando la autoridad que tienen en la Junta de Conciliación y Arbitraje, manipulan el expediente para decirle al trabajador afectado que perdió el juicio. Y así los 500 mil pesos van a parar a las cuentas del Despacho Iturralde.
¿Se acuerda que habíamos dicho que los burros sobrellevan con nobleza las cargas de sus amos? Perfecto. Pues por mucho tiempo se dijo que quien en verdad mandaba en la Junta era Carlos Villanueva. De hecho, los dictámenes le eran entregados a él y no a Carlos Martínez. Era quien determinaba si procedían o no y le daba órdenes al presidente de la Junta, quien sólo se dedicaba a firmar los documentos que Villanueva le exigía.
En calidad de presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje, se dice que Martínez Vázquez visita constantemente a los dueños de empresas importantes en el estado. Les pide contratar a su despacho a cambio de protegerlos en los juicios y favorecerlos. Coopel, Walmart, Farmacias Esquivar, Bodega Aurrera, entre otros, aparecen en su padrón de clientes.
Los trabajadores de la dependencia han manifestado que Carlos Enrique Martínez se ha venido enriqueciendo de manera ilícita cometiendo violaciones a los distintos juicios en proceso, con el objetivo de beneficiar a los empresarios. Entre ellos está sacar documentos de los expedientes, cambiar hojas de audiencias, cambiar los fallos, engavetar casos a favor de los trabajadores de sus clientes y destruir otros.
Aseguran, asimismo, que Martínez pide a los dueños o representantes de negocios grandes cantidades de dinero para inclinar el juicio a su conveniencia o sencillamente pagar para no salir afectados por casos en los que los empleados tienen posibilidades de ganar.
Hay una asociación de abogados que ha venido señalando la represión y la constante difamación de parte de Carlos Martínez. Dicen que no sólo los está desprestigiando, pues también les está quitando sus clientes a quienes visita de manera personal ofreciéndoles los servicios del Despacho Iturralde y les garantiza que todos los procesos terminarán resueltos a su favor.
Hace poco tiempo, miembros del Sindicato de Lancheros de Chiapa de Corzo, todas personas humildes, tomaron las instalaciones de la Junta de Conciliación y Arbitraje exigiendo la destitución de Carlos Martínez Vázquez a quien señalaban de recibir sobornos de parte de sus empleadores: “Siempre que tenemos algún problema con nuestros patrones venimos a la Junta de Conciliación a levantar nuestra queja pero nada hacen. Siempre resuelven al contrario y a nosotros no nos dan solución. A veces hasta miedo nos da manifestarnos por temor a que nos corran, y las autoridades están del lado del patrón que les paga”, dijo uno de los inconformes.
En abril de 2016 fue denunciado Cristián Noé Canseco Celaya, entonces titular de la Junta Especial de Conciliación y Arbitraje Número 4, con sede en Tonalá, de estar desviando los procesos al despacho jurídico de su propiedad, donde tanto empleados como patrones acudían para tomar acuerdos y resolver los conflictos. Se dijo que ese juzgador tenía la plena autorización de Carlos Martínez para hacer ese tipo de negocios que dejó grandes beneficios para ambos. Aunque en este momento ese abogado no aparezca en el directorio de la dependencia, siempre contó con la protección del presidente de la Junta que hizo todo lo posible por ocultar sus delitos.
Algún tiempo atrás, cien trabajadores de la Universidad Intercultural de Chiapas fueron despedidos injustificadamente por órdenes de Ramón Guzmán Leyva, ex secretario particular de Manuel Velasco Coello que quiso ocupar esos espacios con gente de su confianza.
Por tanto, el Sindicato de Trabajadores de esa universidad exigió ante la Junta de Conciliación y Arbitraje su inmediata reinstalación. Y Carlos Martínez en lugar de favorecer a esa gente que se quedó sin el sustento diario, fue cómplice de los abogados de la Unich, quienes –dicen- desvían recursos de la institución para invertirlos en proyectos personales.

¿CARLOS NATARÉN HARÁ EL HONOR?
Carlos Martínez ha deslegitimado el ejercicio de la justicia. Pero lo peor de todo es que hay rumores de que el rector Carlos Natarén podría asignarle una plaza docente de tiempo completo para luego ser comisionado como director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la universidad.
El poeta Eugenio Montejo, escribió: “Honor al asno, a su baúl de mariposas,/ donde guarda los golpes de Dios y de los hombres/ y no se queja nunca”. ¿Será Carlos Natarén quien le dé honor al asno, ese que cobró un sueldo por un trabajo que nunca hizo y que amasó una fortuna a través de un negocio que protegió y fomentó siendo presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje?
En una Universidad sin rumbo, nada mejor que celebrar a un animal que bien sabe a dónde va. ¡Chao!

@_MarioCaballero