Código Nucú / César Trujillo

*** Estadismo 4T

Entre los hombres de confianza del presidente Andrés Manuel López Obrador se encuentra el político chiapaneco Zoé Robledo Aburto. Por algo fue llamado, en primera instancia, a tejer la estrategia de conducción para fomentar la convivencia armónica, la paz social, el desarrollo y el Estado de derecho en la Secretaría de Gobernación, junto a su maestra Olga Sánchez Cordero.

Ahora, su función es otra y con asuntos diferentes. Fue nombrado director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y le toca destrabar los asuntos administrativos y malos entendidos (que en política abundan), que mantenían los recursos sin ser liberados, así como establecer mecanismos referentes al sistema universal de salud y el saneamiento del instituto.

Para ello aplican tres factores indispensables y simples: la capacidad de negociación, el conocimiento de la administración pública y la voluntad política, y Zoé Robledo las maneja bien, guste o no.

Es más, hubo quienes señalaron que el movimiento de la subsecretaría de Gobernación al IMSS era un castigo y un retroceso a las aspiraciones del chiapaneco. Respetable opinión, pero no comparto. Mi lectura es otra y parte del concepto de estadismo que ha sido pilar de los gobiernos democráticos en el mundo y que tiene muy claro la Cuarta Transformación.

Porque ser estadista es ser hombre de Estado. Es disciplinarse a las necesidades del sistema y a los requerimientos del gobierno, y no a caprichos personales. Es, simplemente, como lo dijo Zoé alguna vez, y lo han repetido otros políticos, ser un soldado de la 4T. Si no se entiende esto, hablamos entonces lenguas diferentes.

Es muy pronto para calenturas del 2024 y eso Zoé lo sabe perfectamente. Tiene claro que sumar y servir a su país, desde la trinchera que lo requiera, no sólo le permite mostrar lealtad al proyecto de nación, sino que reafirma su compromiso de tener una visión progresista que es lo que necesita AMLO en su gabinete, y que en un futuro serán puntos a favor.

Porque se debe señalar que son cinco meses del gobierno en turno ante 76 años del tricolor y 12 de la alternancia blanquiazul. Que hemos visto excesos en todos estos años y una exigencia exacerbada en este corto tiempo. Y también es justo.

Falta mucho camino por recorrer en el sexenio lopezobradorista. A Zoé lo vamos a ver todavía en otros espacios en donde también sacará suspiros y vituperios. Lo cierto es que no hay que perder de vista al chiapaneco que tiene claro el proyecto que busca continuidad. Y que, no sé, quizá, lo ponga en un tiempo en un puesto donde sus opositores tengan que medirle, de verdad, el agua a los camotes.

.- El exgobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello, se ha convertido en el espectro que se menciona en cada espacio que evoca a la sustitución en algún puesto del gabinete federal. Dos veces esta semana fue nombrado y no es gratis dicha apuesta.

Para ello usan la rumorología que se expande y sirve de termómetro para medir el efecto causado en redes sociales, que también se apagará (lo vimos con Juan Sabines Guerrero cuando fue nombrado cónsul).

La estrategia me recuerda a la fábula de Esopo, Pedro y el lobo. Cada que el nombre del exmandatario asoma llueven críticas, improperios, señalamientos y algunos aplausos, lo que seguramente es esperado y bajará paulatinamente. Es más, se reviven datos que lo han colocado como el peor administrador que ha tenido Chiapas y apuestan a que eso baste para que AMLO piense en el “costo político”. Sin embargo, olvidamos que todo movimiento tiene trasfondo.

Lo dijo Reyes Heroles: la forma es fondo. Por eso, si Manuel Velasco sonó insistentemente como sucesor de la Semarnat, tras la renuncia deJosefa González-Blanco Ortiz-Mena, es porque los mismos intereses aviesos dentro del tema medioambiental lo nombraron.

Y ojo a quienes comentan que Semarnat es una institución sin peso. Recordemos que sobre ésta penden los permisos de autorización de impacto ambiental que toda empresa necesita para dar paso a los millonarios proyectos económicos mineros que están en disputa en el país.

Por eso, si se preguntan de dónde emana el interés de nombrar a quien ven como innombrable, es simple: del mismo poder. Por lo pronto, Velasco no será titular de nada. Mas, si siguen llamándolo, un día “el lobo” aparecerá firmando algo, emitiendo un discurso y las voces en contra quedarán ahí, en las redes, como válvula de escape, y nada pasará: la historia ha enseñado que esto es así.

.- Dicen que la exdiputada priista María Olvera sigue buscando la forma de obstruir los trabajos de Chicoasén II. Se cree intocable y que puede seguir con las arbitrariedades que cometió cobijada en el Legislativo. Quizá piense que su hija desde su curul puede meter las manos por ella. Quizá sea así, falta ver el peso político que trae. Olvida la exlegisladora que la ambición desmedida paga precios altos. Doña María debería mejor mantenerse con la búsqueda de ser la dirigente del PRI en Chiapas y no de seguir boicoteando un proyecto que está en marcha pese a sus caprichos. No creo que tenga pensado un retiro tras las rejas. Aunque cada quien es libre de hacer lo que guste. Ya veremos qué ritmo agarra esta película.

 // “Entre todas las alegrías, la absurda es la más alegre; es la alegría de los niños, de los labriegos y de los salvajes; es decir, de todos aquellos seres que están más cerca de la naturaleza que nosotros”. Azorín. 

 // La recomendación de hoy es el libro Crónica personal de Joseph Conrad y el disco Seventeen Seconds de The Cure. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.

* Miembro de la Asociación de Columnistas Chiapanecos.

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