Leonel Durante López / Columna

CARTELERA POLÍTICA / Leonel Durante López

* Diputados de BC, desquitan su millón de dólares
* López Obrador intolerante con la prensa
* La Cámara de Diputados mató a los embutes y chayotes

Nada frena a Jaime Bonilla ni a su lugarteniente Amador Rodríguez Lozano, operador político de Juan Sabines Guerrero y delo mismo Manuel Velasco Coello, experto en torcer las leyes y parchar la Constitución para satisfacer sus perversos e intereses políticos, que hoy es el estratega del gobernador electo de Baja California.
A pesar de la ilegalidad, el Congreso de aquella entidad del norte, validó la tarde de ayer la extensión del pillo Bonilla, importándoles madres la condena de diversos sectores de la sociedad, lo que confirma cada vez más que los diputados fueron premiados con un millón de dólares y de estar forma continuar con el experimento y aventura de sus esperanza reeleccionista del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ahora si ni dudarlo, los diputados locales de Baja desquitan su sueldo y el cañonazo de un millón de dólares que Bonilla les regalo a cambio de agregar otros tres años a su mandato, que en las pasadas elecciones de junio el pueblo votó solo por dos años más.
Seguramente Bonilla cuenta con la anuencia de López Obrador, el más interesado en la extensión del mandato, aunque de dientes para fuera diga otra cosa.
Así es porque López Obrador desde su llegada al poder se ha encargado de violentar las normas democráticas, en especial la Constitución que pisotea un día si y el otro también al igual que sus empleados los legisladores de morena, quienes están prestó a obedecerlo.
El presidente no es afecto a regalar despensas con frijol con gorgojo, no creo que ignore que Jaime Bonilla, sobornó a casi todos los diputados del Congreso local para que aprobaran una reforma constitucional que extendió de dos a cinco años el mandato del gobernador en funciones.
Premios muy gordos que regala la administración de la 4ª Transformación y de la austeridad republicana, que cualquier cristiano desearía recibir en lugar del frijol con gorgojo, o no es así.
De Andrés Manuel se desconfía antes de que asumiera el poder y antes de las elecciones del 1 de julio, mucho antes cuando en lo oscurito convinieron que el güero Velasco, recordado aquí como el peor gobernador de Chiapas, el más corrupto y el más ladrón, manejara a su antojo la elección, imponiendo a sus semejantes delincuentes de “cuello blanco” como diputados y senadores, malos como representantes populares, pero buenos para lambisconear, de ahí que cada vez se confirma la versión que con dinero del pueblo le financio la campaña al tabasqueño.
De ahí que lo protege a capa y espada, lo del perdón del desvió de 685 millones de pesos, acción que nos dejó boquiabiertos, porque eso de luchar contra la corrupción e impunidad, una promesa de campaña que no cumplirá.
Un acto de corrupción de López Obrador como candidato presidencial ganador, porque se confabuló, con el albazo en el Congreso local y la aprobación de reformas a la Constitución local que permitieron a Manuel Velasco salir airoso en todos su actos de corrupción, el poder renunciar como gobernador, asumir como senador y luego regresar como gobernador; todo con el apoyo del presidente Obrador, aunque nos quisieron contar un cuento chino, pero hoy en día ya nadie se chupa el dedo, o no.

El odio del tabasqueño contra la prensa

Decía anteriormente que López Obrador conforme pasan los meses el presidente no duda en violentar las normas democráticas que nos rigen para alcanzar sus objetivos.
Vean lo de Baja California que no reparó cuando el Congreso local torció las layes para satisfacer los intereses políticos, de grupo, amigos y de su partidos –pensando ya en una acción reeleccionista-.
Sin embargo, digno de un estadista totalitario o dictador, su comportamiento que en los últimos días contra los medios críticos y los acusa de obstaculizar la transformación que emprende su gobierno.
El mandatario señala de manera general a periódicos y revistas por no abordar ni criticar la corrupción que había en el país antes de que él asumiera la Presidencia.
Me parece que el presidente que apenas a punto de cumplir ocho meses parece no poder estar sereno pues los vemos que ha empezado a dar señales de nerviosismo y perder la calma con mayor frecuencia.
Una lo ocurrido en San Luis Potosí cuando una gentes intentaron hablar con el cuándo llegaba a so hotel, no pudo más y explotó; lo otro cuando se le fue a la yugular a la Revista Proceso.
Ahí estaba su reportero Arturo Rodríguez, quien dubitativamente le respondió, como si tuviera miedo a una sanción de sus jefes por ponerse al tú por tú con el presidente.
Yo creo que fue al temor por la publicidad, pues con la reacción en la mañanera del presidente contra la revista Proceso son mostró lo intolerante que es, pues no acepta la crítica y todo aquel que osa cuestionarlo, pues simplemente ordena una sanción a los medios irreverentes, porque.
Entonces en donde queda la libertad de expresión, y lo más criticable fue que ni Arturo Rodríguez ni los demás reporteros defendieron su libertad de expresión, porque fue el momento para poner en su lugar al tabasqueño que cada vez que quiere se va contra sus críticos.
Otra mala señal es el maltrato a los periodistas de Notimex que han sido despedidos de manera ilegal y arbitraria–, y que en el mismo lugar, el presidente “apapacho” a la verdugo de estos periodistas que han sido pisoteados en su derechos.
El mensaje que vimos en esa acción entre la directora de Notimex Sanjuana Martínez y el presidente es que no pudo disimular el odio y la repulsión hacia los representantes de los medios de comunicación y de las benditas redes sociales, a esas que tantos halagos lanza.
No obstante, las vorágines periodísticas pagadas, tanto del presidente, como de Morena, los gobiernos estatales y legisladores de MORENA, asumen una actitud similar a la mal llamada “prensa vendida” de los años 60 hasta la llegada de los neoliberales, o no pasaban de ser “aplaudidores” de los gobiernos represores y criminales de los ex presidentes Díaz Ordaz, Echeverría y López Portillo.
Por lo tanto la supuesta y maquillada izquierda religiosa que hoy gobierna y su prensa a sueldo son iguales al PRI criminal y a la prensa que por décadas cuestionó la izquierda, y que hoy solo parece ser un remedo de gobiernos autoritarios.

El número de embutes y chayotes era muy grande

Porfirio Muñoz Ledo de Morena, Presidente de la Cámara de Diputados, se manifestó en contra de que “se viole la Constitución, abiertamente, el artículo 11”, con las medidas en materia de migración ejecutadas por el Gobierno federal.
“México, como todos, es un país de migraciones, y va a seguir por toda la historia”, señaló el legislador en declaraciones a la prensa.
Como estas declaraciones Muñoz Ledo ha sorprendido a propios y extraños, es más al mismo presidente López Obrador, quien ha callado cuando este habla en el Congreso, que por lo regular siempre hace eco.
Ayer cuando Muñoz Ledo, celebró su onomástico número 86 con pastel, velas y las mañanitas, habló de lo indecible en San Lázaro.
Junto a la celebración de su cumpleaños con los cambios ocurridos en este primer año de Morena al frente del Congreso de la Unión, se refirió a la eliminación de “los moches” a legisladores, la lucha por acabar con aviadores en la nómina legislativa y el punto final al “chayo o embute” para la compra de conciencias de algunos medios de comunicación.
“¿Qué ha ocurrido este año en la Cámara? Bueno, se acabaron los moches, se acabaron para siempre… bueno, de veras se han hecho cosas. Cuando llegamos aquí dije que todos los medios estaban duros, duros, ahora ya no están duros, andan un poco dispersos –no por mi culpa– para acabar con los famosos. ¿Cómo se llaman? ¡Ah! perdón, me estaba olvidando de la gran vida vegetal que tiene esta Cámara, porque todo es en clave, se la voy a revelar: aquí se daban chayotes”.
Muñoz Ledo, sagaz y claridoso, soltó el tema que tanta indignación genera entre periodistas, y ahí, en pleno discurso, siguió desgranando el asunto de las prebendas e incluso llamó a la coordinadora de Comunicación Social, Roselli Reyes Cuevas, para que confirmara sus palabras.
“El número de embutes y chayotes era muy grande… A ver Roselli ¿cuántos embutes había? Díselos”.
La nota informativa realizada por Jesusa Cervantes de Proceso Muñoz Ledo respondió:
“¿Cuántos qué?”, se acercó la funcionaria para preguntarle.
“Embutes, chayotes. Di: no, sí”.
“Muchos”, respondió Reyes Cuevas.
“No, no me digas muchos, di cuántos”.
“Muchos”, insistía Roselli.
Muñoz Ledo, quien frente a la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados tiene bajo su égida el área de comunicación social y, por lo mismo, ha podido escudriñar cómo se manejaban los recursos económicos de dicha instancia, siguió preguntando, incisivo: “¿Cuántos aproximadamente? 100, 200, 80 ¿cuántos?”.
“Pues más o menos como 100”, respondió finalmente Reyes Cuevas.
El único legislador de Morena que se ha atrevido a cuestionar la política migratoria del presidente Andrés Manuel López Obrador, poniendo en todo momento argumentos por delante, habló entonces, en forma abierta, de lo que descubrió al llegar a San Lázaro.
“Como cien embutes o chayotes; eso contrastaba en poco, además, porque había una opinión muy arraigada en la sociedad, de la ineficacia y corrupción”, comentó.
Luego dio nombres, pero no sobre quién ha recibido chayos o embutes, sino de un medio que le hizo un vacío informativo.
“Entonces, hubo un fenómeno: los periodistas, incluso amigos míos, los periodistas vinculados amistosamente conmigo también se me echaron encima, podemos dar nombres. Si quieren les digo el medio, un diario nacional, se trata del gran diario amigo mío que es La Jornada, desaparecí durante meses. Empecé a aparecer en fotos, en actos. No pudieron evitar: está Andrés Manuel, ahí estoy yo”. * * * Eso es todo por hoy, hasta mañana con más de lo mismo.
leoneldurante@gmail.com