Juan José Fierros Canseco /Columna

Sin ambages / Juan José Fierros Canseco

*** El imperio de la corrupción se instaló en el IMSS

Con la cuarta transformación que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador se instala y se fortalece la corrupción por el pacto de impunidad con los ex gobernadores Juan Sabines Guerrero y Manuel Velasco Coello.
Ya no queda nada a la imaginación porque los dos ex gobernadores más corruptos de Chiapas que saquearon y dejaron en la miseria y extrema pobreza a más del 70% de los chiapanecos y un estado endeudado por más de 40 mil millones de pesos, han colocado a piezas claves en la administración de la 4T para continuar con la corrupción aprovechando la experiencia en malversación de fondos y saqueos que se propinaron durante los gobiernos de Juan Sabines Guerrero y Manuel Velasco Coello.
Para vergüenza del ex gobernador Eduardo Robledo Rincón su cachorro salió más hábil para los negocios y la corrupción que para el quehacer político.
La administración del Instituto Mexicano del Seguro Social está convertida en la Cueva de Alí Babá y los 40 Ladrones, poco a poco se va esclareciendo que lo más putrefacto de las administraciones de Manuel Velasco Coello y de Juan Sabines Guerrero está bien posicionado en la 4T la que tanto presume el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador que será la transformación de México.
Empezando con el director general Zoe Robledo Aburto, hechura de Sabines Guerrero, quien lo hizo diputado local y luego Senador de la República sin aparecer en las boletas electorales. Lo mismo pasa con Humberto Pedrero Moreno, ex secretario de Hacienda con Manuel Velasco, a quien lo impuso como diputado federal indígena por Morena y ahora se desempeña como Director de Administración y Finanzas del IMSS.
Otro personaje que proviene de lo más putrefacto de la administración de Sabines Guerrero es el ex camillero Nemecio Ponce Sánchez, quien fue su secretario de gobierno y ahora es el Coordinador de Políticas en Salud del IMSS.
Ahora se explica la corrupción en el IMSS y las compras a sobreprecio que ha hecho esa institución, como los ventiladores respiratorios que le compró al hijo del titular de la CFE Manuel Bartlett a un millón 550 mil pesos cada uno, precio mas alto desde que se declaró la emergencia sanitaria.
También existen denuncias del personal de salud de los hospitales que atienden pacientes con Covid-19 en diferentes estados de la República sobre la mala calidad de los equipos de protección, lo que ha propiciado el contagio y muerte a trabajadores del IMSS.
Por lo que el director general del IMSS ha caído en la opacidad, corrupción y negligencia, al tratar de defender la compra a sobreprecios justificado por la pandemia. Lo que desenmascara más la corrupción es la última compra de ventiladores en los Estados Unidos, que tuvieron un costo de casi un 50% menos y de mejor calidad.
Hasta dónde alcanzará la toga de la impunidad para que el presidente pueda seguir protegiendo a esta banda de forajidos que están incrustados en la administración pública y la 4T.
A poco más de un año de gobierno los pilares de Andrés Manuel López Obrador se rebelan contra las decisiones unilaterales y de poder absoluto del presidente, que ve como adversarios a quienes lo señalan como un gobierno que no oye y que no ve que la corrupción se ha instalado en la 4T, por ello el diputado Porfirio Muñoz Ledo en más de una ocasión se ha pronunciado en contra de las decisiones del presidente y de los diputados de Morena que conforman la mayoría relativa en el Congreso de la Unión, y el peso de sus palabras resuenan en todo el país cuando dice que el imperio de la corrupción se instaló en la pandemia y afirma que hay evidencia de tráfico de insumos para el combate al Covid-19.
El presidente Andrés Manuel López Obrador que polariza y divide porque sus críticos están denunciando la corrupción para que él ponga el dedo en la llaga, lejos de atender la denuncia los convierte en adversarios porque piensan diferente al régimen que se ha instalado, régimen dónde caben todos los políticos deshonestos y corruptos como en el estado de Baja California dónde se incrustó la perversidad de la política personificada en Amador Rodríguez Lozano, quien se desempeñó en Chiapas como Fiscal en el gobierno de Juan Sabines Guerrero, y la delincuencia organizada se reposicionó, incluyendo al narcotráfico, por ello con un decomiso de una tonelada de droga que realizó la policía de la Fiscalía posteriormente Rodríguez Lozano la declaró como lactosa para encubrir y proteger el acto criminal, y hoy tranquilamente se desempeña como Secretario de Gobierno en Baja California, estado que es corredor de narcotráfico, no cabe duda que también a Rodríguez Lozano le cayó como anillo al dedo el cargo en Baja California, dónde además hizo el proyecto para extender el mandato del gobernador Jaime Bonilla.
Otro caso es el estado de Puebla donde también es refugio de políticos chiapanecos corruptos como el ex alcalde de Tuxtla Gutiérrez Yassir Vázquez Hernández, el ex Fiscal Raciel López Salazar, el ex secretario de seguridad pública estatal y municipal Moisés Grajales, entre otros que se han incrustado en la administración de Miguel Barbosa, quien en 2006 estuvo en Chiapas como delegado del PRD y entre sus complicidades con Sabines Guerrero comerciaron con el proceso electoral.
Aquí cabe el dicho que dice, son coyotes de la misma loma y no escapan del conocimiento del presidente Andrés Manuel López Obrador.