La vil farsa

José Adriano

¿Quién puede creer que una sociedad con las condiciones de pobreza, desigualdad social, ignorancia, baja cobertura en salud, hacinamiento y una mayoría de la población laborando en empleos informales como sucede en Chiapas se puede tener una baja incidencia de contagios y fallecimientos por Covid 19? Además todo eso se logró sin la realización de pruebas de contagio y con una política de austeridad, que dejó a los hospitales sin medicinas. Tal parece que la intención fue la de repetir tantas veces la misma mentira hasta que todos empezaron a creer que es verdad.

Las mentiras que se dicen sobre el control de la pandemia en Chiapas son infames e irresponsables. Aquí en lugar de desarrollar una estrategia de salud se terminó privilegiando una estrategia política, que consistió en negar el acceso a los enfermos en las clínicas Covid, difundir que en esos hospitales había disposición de camas, luego ocultar la información sobre los contagios y por último rendir informes en donde los contagios son mínimos y los fallecimientos son esporádicos. Mientras tanto fuera de los hospitales miles de chiapanecos se atendían en sus casas y muchos de ellos terminaron falleciendo sin que sus muertes aparecieran en las estadísticas oficiales.

Hoy esa estrategia de imposturas rindió frutos al gobierno de Rutilio Escandón. Sobre todo porque a nivel del gobierno federal se reconoce el trabajo realizado en Chiapas, en el control de los contagios, y como premio a ese desempeño, se le autoriza a pasar al semáforo verde, que permite la realización de todas las actividades. Logro que no lo tiene España, Francia, Italia, Alemania ni Estados Unidos, en donde el repunte de los contagios es notorio.

Lo vergonzante de esta situación, es que en varias partes se hacen la pregunta de cómo logró Chiapas una baja incidencia de los contagios, algo que resulta a todas luces inexplicable y que pone a las autoridades chiapanecas como bribones y farsantes, que no tienen el mínimo pudor al mentir sobre el número de muertos, pisoteando el dolor de cientos de familias chiapanecas que perdieron sus seres queridos.

Un conocido médico que atendía de 10 a 15 pacientes diarios enfermos de Covid 19 señaló que en el recuento de esos enfermos fallecieron aproximadamente 100 de ellos, lo curioso de esa situación es que el no firmó ninguna de las actas de defunción. Y no lo hizo simplemente porque en la funeraria extendieron los certificados, en donde se oculta la causa del fallecimiento.

En derechos humanos existe el derecho a conocer la verdad y eso es lo que se requiere urgentemente en Chiapas: conocer la verdad sobre el manejo de la crisis sanitaria. Esto es importante porque en la crisis del covid prevalecen las mentiras, y esto es un indicador que asegura que las mentiras continuarán en la crisis post-covid, que representa la parte más compleja de la pandemia, pues se vive hoy día en un mundo en donde prevalece la incertidumbre.