Mario Caballero / Columna

Letras Desnudas / Mario Caballero

 *** La caballada

“La caballada está flaca” fue la frase con la que el dinosaurio del PRI, Rubén Figueroa, descalificó a los siete priistas que Luis Echeverría había destapado a la Presidencia de la República.

Ahora que sabemos quiénes estarán en la boleta electoral por la presidencia municipal de San Cristóbal de las Casas, podríamos decir algo muy similar. Son trece los que aspiran gobernar la capital cultural de Chiapas, pero no pasan de cinco los más reconocibles: Hugo Francisco Pérez Moreno (Movimiento Ciudadano), Enoc Hernández Cruz (Partido Encuentro Solidario), Mariano Alberto Díaz Ochoa (PVEM), Miguel Morales Zúñiga (PRI-PAN-PRD) y Juan Salvador Camacho Velasco (Morena).

Pérez Moreno siempre ha soñado con ser alcalde de San Cristóbal. Lleva muchos años buscándolo. Pero es de esos políticos que sólo han utilizado el poder para el beneficio personal. Digámoslo de esta forma: se ha enriquecido de la política.

En el año 2018, fue señalado de cometer violencia política de género contra su esposa, quien en ese momento fungía como síndico del Ayuntamiento sancristobalense. Sucede que Hugo Pérez la estaba obligando a renunciar al cargo para que él pudiera ser candidato a la presidencia municipal, pues de acuerdo con la Ley Orgánica Municipal del Estado de Chiapas ningún político que aspire a ser miembro del Ayuntamiento debe tener parentesco con el presidente municipal o síndico, ya sea esposo, esposa, hijo, hija, hermana, hermano, madre, padre o pariente consanguíneo hasta el cuarto grado, o si es por afinidad, hasta el segundo grado.

Pero este no es el mayor de los señalamientos en su contra. Durante su periodo como diputado local fue acusado de fomentar el transporte pirata en la región, de obligar a los alcaldes a realizar todo tipo de compras con proveedores que él mismo les indicaba, asimismo los amenazaba con pedir auditorías si no le entregaban los mejores contratos de obra pública a las empresas que operan bajo sus prestanombres.

En el caso de Enoc Hernández también es visible que ha utilizado los cargos públicos para llenarse los bolsillos.

El sexenio pasado, por ejemplo, dos veces fue nombrado director general del Icatech, pero la verdad nunca dejó de ejercer el control de esta institución durante el tiempo que ejerció otros puestos o cuando fue dirigente estatal del partido Mover a Chiapas, ya que el que lo relevó fue impuesto por él mismo y era su compadre, un tal Abraham Hernández.

A través de este sujeto, Enoc mantuvo en la nómina a su esposa, hermanos, cuñados, cuñadas, sobrinos, primos, tíos, compadres, amigos y hasta su servidumbre y las nanas de sus hijos. Además, le permitía disponer de los recursos de la dependencia para financiar sus proyectos políticos, como es la fundación “Un millón de Amigos” con la cual quiso promover su candidatura al Gobierno del Estado en 2018, pero no lo logró.

No obstante, tras desempeñar diversos cargos durante la administración de Manuel Velasco Coello, que era su compadre, hoy es de los nuevos millonarios de Chiapas, con residencias, ranchos ganaderos, negocios, concesiones de transporte público y una colección de camionetas de lujo.

Por otro lado, Mariano Díaz Ochoa, quien ya ha gobernado dos veces ese municipio, ya ha demostrado que lo único que le interesa es manejar a su antojo el erario público y tener el control sobre los ciudadanos. Porque de las dos veces que ha sido presidente municipal nunca hizo nada por resolver el problema de la seguridad pública, agua potable, la basura y el alumbrado.

Igualmente, no tuvo la capacidad para crear políticas de fomento al turismo, a la economía, a la cultura, a las artes y abandonó a las más de noventa comunidades que integran la localidad, mismas que en su mayoría padecen hasta nuestros días de servicios de salud, escuelas, viviendas dignas y viven en la más cruda pobreza.

Durante los dos periodos en que fungió como presidente municipal utilizó a los cuerpos policiacos para reprimir a sus opositores, a los empresarios y a los grupos ligados al zapatismo. También fue señalado de desviar recursos públicos, de abusar de su autoridad para que los contratos de obra fueran entregados a las empresas de su propiedad y en los últimos años una de sus constructoras (Peje de Oro) ha venido provocando una severa contaminación en el humedal María Eugenia.

En noviembre de 2011, Díaz Ochoa fue detenido por la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado de Chiapas por los delitos de ejercicio ilegal del servicio público y asociación delictuosa. Se detectó que en el primer año de su segundo periodo como alcalde de San Cristóbal causó un daño patrimonial al municipio por 17 millones 362 mil 979 pesos.

Mariano Díaz también ha sido diputado local y ha militado en el PRI, el PAN, en Mover a Chiapas, en el partido Chiapas Unido y hoy en el Verde Ecologista de México. Con todos estos antecedentes delictivos, ¿con qué cara sale a pedir el voto a los ciudadanos? Eso es no tener moral y ni la más mínima vergüenza.

Caso contrario, Juan Salvador Camacho Velasco es un político joven, pero con experiencia administrativa y legislativa. Ha sido regidor de ese municipio y diputado local.

Como regidor, se opuso a los abusos de poder del exalcalde de San Cristóbal, Francisco Pedrero Martínez, y acompañó a los ciudadanos en sus demandas a la autoridad municipal que le exigían mejores servicios, atención ciudadana, fomento al empleo y protección a los recursos naturales de la zona.

Como diputado local, impulsó iniciativas para garantizar derechos como el suministro de energía en los municipios, acceso inclusivo de agua potable, saneamiento efectivo, suficiencia en el suministro de alimentos, seguridad pública, protección a los ecosistemas, control para evitar invasiones ilegales y a inicios de la crisis sanitaria por coronavirus propuso al Congreso del Estado un punto de acuerdo centrado en emplear acciones para la reducción de riesgo de contagio, que fue aprobado.

Nunca ha estado envuelto en casos de corrupción y ha sido siempre un crítico imparcial del poder. A Jerónima Toledo, alcaldesa de San Cristóbal y miembro de Morena, por ejemplo, la acusó de fallarle al pueblo y a los postulados del partido. Dijo que ella no supo cumplir, que no supo gobernar con honestidad, ni atendió a la población más vulnerable.

El peor desenlace sería que San Cristóbal de las Casas tuviera un alcalde con antecedentes de corrupción o un inexperto en las tareas de gobierno.

Juan Salvador es sin duda su mejor opción.

 

@_MarioCaballero