José Adriano Anaya / Columna

El saqueo de Chiapas // José Adriano Anaya

En distintos momentos el gobernador del Estado ha señalado que existen personas que saquearon a Chiapas. Este comentario, contiene una realidad compartida por miles y quizá por millones de habitantes en Chiapas, que han sido testigos de cómo funcionarios de distintos gobiernos se convirtieron de la noche a la mañana en nuevos ricos. 

Sin embargo, estos señalamientos no se han traducido en denuncias y/o carpetas de investigación, que esclarezca estos desvíos de recursos, lo que provoca, que los comentarios provenientes de un funcionario del nivel del gobernador terminen constituyéndose en un delito de omisión, que también debe ser castigado.

Resulta obvio que prevalece una red de complicidades transexenal en Chiapas, en donde Manuel Velasco terminó encubriendo al gobierno de Juan Sabines y ahora Rutilio Escandón está protegiendo al propio Manuel Velasco, en un desvío multimillonario, en donde fue saqueado el sector salud, la secretaría de educación y la secretaría de seguridad y participación. 

En el caso del gobierno de Sabines el escándalo fue mayúsculo con la exhibida de empresas constructoras que operando desde Veracruz, ganaron obras que nunca se licitaron y que tampoco se realizaron. Ahora el escándalo es la existencia de empresas fantasmas a quienes desde el gobierno de Manuel Velasco les hicieron transferencias que pueden constituir el delito de lavado de dinero.

En ambas situaciones las investigaciones realizadas dan evidencias de que los delitos se cometieron. En el caso de Juan Sabines, la investigación la realizó la Auditoría Superior de la Federación y en el caso del gobierno de Manuel Velasco la investigación del escándalo reciente, ventilado en la prensa nacional y redes sociales, la efectuó el SAT. El común denominador en ambas situaciones es que se encubrieron los delitos cometidos y los dos exgobernadores gozan a la fecha de la protección del actual gobierno.

La prevalencia de la impunidad de los delitos llamados de cuello blanco, son un mal mensaje del gobierno a la sociedad, pues eso representa un cheque en blanco para que los funcionarios continúen con las prácticas del saqueo al erario en Chiapas.

 Frente a este saqueo, cuya suma se cuenta en miles de millones de pesos, las políticas de combate a la corrupción han fracasado. En este sentido, resulta inaceptable que el despilfarro y el saqueo del erario queden en total impunidad y más si este saqueo provoca el empobrecimiento y la pérdida del nivel de vida de la población.