Héctor Narváez / Columna

Columna Sur / Héctor Narváez

*** Le reviven los muertos

Marcelo Ebrard pasa por el peor momento en su carrera política y lo cual puede arrebatarle sus aspiraciones a la Presidencia.

El proceso que se abrió en contra de los señalados por el accidente en la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México, provoca inconformidades dentro y fuera de “la 4T”.

Le reviven los muertos. Y quienes buscarán cobrarle esta afrenta de que están siendo ensuciados, mientras a él lo protegen.

Una larga cola:

Imposible que pidan que este caso se politice, cuando desde hace tiempo ese trato le han dado.

En la capital del país, sus ciudadanos saben que Ebrard estuvo metido “hasta el cuello”, del fraude de lo que fue la construcción de esta obra del transporte público. Y también lo saben muy bien en el actual Gobierno Federal.

Se estima que 45 mil millones de pesos le invirtieron, sin los resultados esperados, con trabajos de mala calidad y otros inconclusos, y que por lógica expusieron a los usuarios a cualquier incidente. De eso dan cuenta los expedientes que existen en los archivos de la administración.

Un asalto al despoblado a las finanzas de la ciudad capital de México y también contra la Federación, que no ha sido castigado desde entonces hasta la fecha.

Ante las investigaciones en su momento de “la Línea Dorada”, Marcelo no le quedó de otra que autoexiliar, para evitar ser detenido.

Aunque no es el único asunto que tiene pendiente el ahora ex Jefe del Distrito Federal.

En su momento se le hizo fácil triangular una casa que era del Gobierno de la capital del país, que primero la pasó a una empresa, que resultó ser de su hermano y después se descubrió que el propio Ebrard la habitaba.

Así que, tan transparente y honesto que sea el hoy Secretario de Relaciones Exteriores, no lo es. Por el contrario, se ha beneficiado del poder, como lo han hecho muchos, y lo cual lo hace sentirse incomodo en el gabinete de AMLO.

Lo peor, es que después logró regresar de su exilio al país, al parecer por un presunto acuerdo entre su principal benefactor de la política y los hombres del PRI que en su momento gobernaban en “Los Pinos”.

Y así se ha mantenido, bajo la sombra del líder, que le ha dirigido sus últimos pasos en Morena. Aunque, “el carnal” arrastra una larga cola, además de que no es bien visto por los militantes fundadores.

Se les complicó:

Mientras que piden que no se politice el caso, de entrada 10 ex funcionarios del Gobierno del DF han sido involucrados.

En cambio, a Marcelo Ebrard lo protegen para que no lo toquen “ni con el pétalo de una rosa”. Muy al estilo de la justicia de “la 4T”, aunque una buena parte de sus miembros no estén de acuerdo con este trato preferencial.

Quienes se encuentran en “el banquillo de los acusados”, son Enrique Horcasitas, exdirector del Proyecto Metro; Juan Antonio Giral y Mazón, exdirector de Diseño de Obras Civiles; Moisés Guerrero Ponce, director de Construcción de Obras Civiles; Héctor Rosas Troncoso, subdirector de Obra Civil; Enrique Baker Díaz, director de Ingeniería y Proyecto de Obra Civil; Guillermo Leonardo Alcázar Pancardo, director Responsable de Obra de la Línea 12.

Así también, Ricardo Pérez Ruiz, encargado de estructuras corresponsables de seguridad estructural del consorcio constructor;  Juan Carlos Ramos Alvarado, residente de Obra tramo Olivos-Tezonco y subdirector de Afectaciones; Fernando Amezcua Ordaz, director General de Supervisión de Obra y Fernando Ramiro Lalana, director de Coordinación de Supervisión de Obra.

En pocas palabras, “puros charales” y ningún “pez gordo” en este absurdo proceso que se abrió y que ahora deberá de resolver el Tribunal de Justicia de la Ciudad de México si se procede contra ellos o no.

Como consecuencia, el abogado de 5 de los señalados, Gabriel Regino, acusó que todo se trata de una “cacería” de la Fiscalía de Justicia de la capital del país, al considerar que ni uno de ellos fue realmente responsable del colapso.

En respuesta, anunció que este miércoles presentará una denuncia en contra del ex Jefe de Gobierno y hoy Senador, Miguel Ángel Mancera, y los extitulares del Sistema de Transporte Colectivo Metro y perteneciente a la SCT, Jorge Gaviño, Jorge Jiménez Alcaraz, Florencia Serranía y Jesús Antonio Esteva Medina; este último es el actual Secretario de Obras Públicas de Claudia Sheinbaum, quien como que tampoco está del todo de acuerdo con esta estela de impunidad.

Es decir: si querían guerra, guerra van a tener. Y por lo menos la mitad de los que han sido acusados, no están dispuestos a ser procesados y menos que paren en la cárcel, cuando hay más involucrados con la Línea 12 del Metro y todo el fraude con la obra y el desfalco con el presupuesto que se cometió.

Si  el líder pensó que sería tan sencillo buscar otros culpables y salvar a “su carnal” de este caso de corrupción, se le complicó. Porque ahora no solo se defienden los de afuera, sino que también reclaman los de adentro.

Le reviven los muertos. Con los cuales carga Ebrard desde hace un buen tiempo y ahora se la quieren cobrar. Y, como se dice en los altos niveles cuando se presentan graves problemas: “si yo caigo, caes tú”.

Moraleja: ¡Salió el tiro por la culata!

Al margen: ¿Freno a Uber?

En Chiapas, las autoridades del transporte hacen hasta lo imposible para que esta empresa no funcione en la capital, Tuxtla Gutiérrez.

Incluso, han advertido que si no cuentan con concesión para dar el servicio, recibirían una pena de 7 años de cárcel. ¿Freno a Uber? ¡Así también deben de combatir al pirataje!

Por último: ¿Y el Bienestar?

El precio del gas LP sigue al alza en Chiapas, el estado más pobre del país. Y se prevé que continúe así, de aquí a diciembre.

Mientras, los cilindros que iba a repartir la empresa del Gobierno, “brillan por su ausencia” y ni ayudaron a detener, como se había anunciado, los altos costos. ¿Y el Bienestar? ¡Parece más un cuento chino!

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