Héctor Estrada / Columna

En la Mira / Héctor Estrada 

*** Los intereses de Velasco detrás del proyecto de Monreal

La reciente visita del senador Ricardo Monreal a Chiapas y sus eventos públicos con Sasil de León Villard hace unos días en Tuxtla Gutiérrez fueron sólo la advertencia pública de lo que se cocina desde hace varios meses entre el Partido Verde de Manuel Velasco Coello y la corriente morenista encabezada por Monreal.

Para nadie es un secreto que el cuestionado zacatecano ha sido desde hace varios años uno de los principales aliados, cómplices y padrinos políticos de Velasco Coello. Como olvidar el episodio ocurrido en 2015 cuando tres mujeres, integrantes del equipo de Monreal, fueron detenidas en el aeropuerto de Tapachula con un millón de pesos dentro de su equipaje.

En ese entonces Velasco transitaba por su tercer año de gobierno, estaban en puerta las elecciones intermedias y dentro del gobierno federal, encabezado por Enrique Peña Nieto, ya comenzaban a profundizarse las sospechas de una evidente traición de Velasco Coello para financiar a Morena como salida alternativa ante la posible derrota del PRI en 2018.

La relación turbia entre Velasco y Monreal se confirmó sólo tres años después (en 2020) con la difusión de un audio -publicado Jesús Ortega- en el que se evidenció las negociaciones políticas entre ambos personajes. En el audio se escucha a Monreal pedir a Velasco que intercediera por las tres jóvenes para que fueran liberadas, ante lo que el ex gobernador de Chiapas respondió que tenía a su procurador (Raciel López Salazar) en el caso.

El episodio se repitió en 2017 cuando Monreal fue protagonista de un nuevo escándalo político tras la detención de otro de sus asistentes con fajos de billetes y una pistola 9 mm en el Estado de México; ya que el hombre arrestado confirmó ser chófer del zacatecano. Por segunda ocasión Monreal negó la situación, y además acusó al PRI de orquestar en su contra ese tipo de “montajes”, de los que no se pudo deslindar totalmente.

La alianza entre Velasco y Monreal se hizo evidente nuevamente en 2018 tras las elecciones presidenciales, en las que el ex mandatario chiapaneco resultó ser senador plurinominal en el mismo plazo en que debía terminar su periodo como gobernador. Fue Monreal quien se encargó de negociar en el Senado una controversial licencia para que Manuel Velasco pudiera regresar como su propio interino en la gubernatura de Chiapas.

Desde ahí, en el Senado, se ha estado orquestando el proyecto político de 2024 para Monreal y varios de los alfiles de Velasco. No es gratuito que Sasil de León haya sido colocada como uno de los liderazgos emergentes dentro del PES, que, si bien perdió el registro nacional, mantiene su operatividad en varios estados del país. El plan apunta a utilizar a la alianza PVEM-PES como ficha de negociación con Morena para favorecer a Monreal en la designación de la candidatura presidencial; y, en su caso, dejar a Morena para constituir una alternativa electoral distinta.

Por eso la seguridad de Ricardo Monreal a la hora de garantizar su registro como candidato presidencial en 2024. Sabe perfectamente que la deuda que Velasco tiene con él, los compromisos y los acuerdos, le mantienen disponible una puerta alternativa a nivel nacional, con el reparto de las respectivas candidaturas estatales para Velasco, entre las que Chiapas ya está más que negociada.

A eso se deben en gran medida eventos como los de hace unos días en la entidad chiapaneca. Y serán todavía más recurrentes con el paso de los meses. Ricardo Monreal sabe perfectamente que su proyecto presidencial tiene en Chiapas una “veta” importante de negociación, porque a Velasco los caminos se le están cerrando con miras a retornar al poder en Chiapas mediante sus alfiles y mantener la impunidad dentro del gobierno federal para el siguiente sexenio… así las cosas.