El sueño americano

Ainer Marroquín

Para que Miguel siguiera la ruta del “sueño americano” por el estado de Chiapas, sin inconvenientes, tuvo que destinar más de mil 900 dólares, los cuales sirvieron para el pago de “coyotajes”, “moches”, transporte, alimentos y hospedaje… pero todo terminó en tragedia.

Miguel Ortega, originario de Guatemala, es uno de los 105 sobrevivientes del trágico accidente del día de ayer en la carretera Chiapa de Corzo–Tuxtla Gutiérrez, en donde perdieran la vida 55 migrantes, luego de que el tráiler en donde viajaban hacinados en la zona de carga, perdiera el control y se desprendiera el cajón del vehículo.

El joven migrante, quien es valorado por paramédicos de la Cruz Roja Mexicana (CRM), presenta diversos golpes en la cabeza y lo último que recuerda antes de perder el conocimiento por el fuerte impacto del incidente, son los gritos de niños, mujeres y hombres, quienes desesperados buscaban salir entre los fierros del cajón del tráiler.

“No recuerdo mucho… lo último que vi fue a todos gritando, de ahí aparecí en una ambulancia”, narra.

A una semana de haber emprendido su viaje, recuerda que los últimos días fueron de mucho sacrificio, ya que no lograba juntar el dinero para pagarle a los coyotes que lo trasladarían rumbo al centro del país, pero con apoyo de sus familiares y otros migrantes solventó el pago.

Haciendo cuentas con los dedos, destaca que, entre alimentos, hospedaje, “moches” y el pago para los coyotes, tuvo que destinar más de mil 900 dólares (alrededor de 38 mil pesos) para seguir avanzando de forma ilegal por territorio mexicano.

Sin embargo, Miguel expone que para otros migrantes el precio por recorrer el estado de Chiapas de forma irregular, tuvo un costo mayor a los 2 mil dólares (40 mil pesos) ya que muchos de ellos fueron extorsionados por autoridades mexicanas y por ir acompañados de menores.

De tal manera, el joven migrante reflexiona que el riesgo a la vida siempre es latente, ya que son muchos los obstáculos los que atraviesan los indocumentados para perseguir el “sueño americano”.

Para ingresar a México a través del estado de Chiapas existen tres rutas. La primera y más conocida es la de la zona costa, donde se cruza por el río Suchiate y se llega como primer punto al municipio de Tapachula; la segunda ruta es por la zona selva que los encamina a salir por el municipio de Palenque; y la tercera ruta, que de acuerdo a las y a los migrantes está es la más peligrosa, ya que se atraviesa por la zona sierra y montañas colindante con el departamento de El Petén de Guatemala, región que es controlada por grupos de la delincuencia organizada.