Problema multifactorial

Daniel García

La incidencia de los feminicidios en Chiapas y Guatemala es multifactorial, ya que la violencia de género, vigente en la región, forma las condiciones que han permitido que las mujeres migrantes sufran los estragos de este delito, de acuerdo a Rosalba Jasso Vargas y César Barboza Lara, investigadores de la Universidad Autónoma de México (UNAM).

En un trabajo conjunto para la Comisión Nacional de Población (Conapo), los investigadores obtuvieron como resultado que, a lo largo de 19 años, en Chiapas ocurrieron 55 feminicidios de mujeres migrante, mientras que en Guatemala 155 en tan sólo nueve años.

El perfil de edad en Chiapas fue de entre 15 y 44 años de edad, y el método empleado en primer lugar es con armas cortantes, después arma de fuego y ahorcamiento.

Las principales mujeres afectadas en Guatemala provenían de El Salvador, y con poca diferencia le sigue Honduras; con un perfil de edad (joven) de entre 15 y 44 años de edad, siendo crímenes perpetrados esencialmente con arma de fuego.

Esta diferencia en los métodos es porque “en Guatemala están mayormente vinculados con la violencia imperante en las calles, y en Chiapas se relaciona principalmente con la violencia intrafamiliar”.

El principal espacio de muertes de mujeres migrantes en Chiapas corresponde al municipio de Tapachula, el cual registra 19 muertes: diez de ellas perpetradas con armas cortantes, cuatro con arma de fuego, cuatro por ahorcamiento y una con arma desconocida.

Seguido de Suchiate que tuvo cinco decesos; con una incidencia moderada de entre tres a nueve decesos de mujeres migrantes, resaltan los municipios de La Trinitaria, Frontera Comalapa y Comitán de Domínguez, que forman parte del corredor migratorio central hacia Tuxtla Gutiérrez.

El corredor migratorio del Benemérito de las Américas hacia Palenque destacó por ser la ruta menos peligrosa para las mujeres migrantes.

Sin embargo, los investigadores expresaron que estas cifras podrían ser mucho mayores, con el aumento del flujo migratorio, además que en “la mayoría de los municipios de Chiapas no existen registros de homicidios de mujeres migrantes”.

Subrayaron que la violencia migratoria hacia las mujeres, en esta región fronteriza, está relacionada con los indicadores de violencia que viven diariamente las mujeres, tanto en la esfera pública como en la privada, llegando al caso más extremo de violencia: el feminicidio.