Héctor Estrada / Columna

En la Mira / Héctor Estrada

Aguilar Bodegas, el alfil priista del gobierno verde
 

No cabe duda que el ahora ex secretario del Campo José Antonio Aguilar Bodegas está dispuesto a jugarse todas sus cartas disponibles para aparecer finalmente en la boleta electoral de 2018. Pese a los vientos adversos que soplan en su contra desde la dirigencia nacional del Revolucionario Institucional, Josean ha acelerado las locomotoras de negociación y operación política para contender por la gubernatura chiapaneca a como dé lugar.

Para nadie es un secreto que Aguilar Bodegas es el alfil de Manuel Velasco Coello dentro del PRI estatal en la búsqueda de dificultar el paso a Roberto Albores Gleason. Tiene el apoyo absoluto del gobierno estatal y está dispuesto a hacer toda oportunidad efectiva para colarse a la contienda sexenal que se encuentra ya prácticamente a la vuelta de la esquina.

A pesar de las fotos mustias y eventos públicos forzados, es del conocimiento público que la relación entre Albores Gleason y Velasco Coello no es la mejor. Desde el inicio del actual sexenio el gobernador chiapaneco comenzó a mover sus piezas para posicionar dentro de la coalición partidista que lo llevó al gobierno estatal a uno de los más allegados y leales discípulos verdes. Lo cual implicaba lógicamente hacer a un lado las aspiraciones de Albores Jr. 

Las jugarretas políticas, trampas y desaires entre ambos personajes se volvieron más constantes con el paso de los años en el actual gobierno. Las negociaciones, con la intermediación de Miguel Ángel Osorio Chong, para acercar a los alfiles verdes se hicieron una constante que finalmente no tuvo el efecto deseado ante la embestida de los grupos antagonistas en la cúpula nacional encabezados por Aurelio Nuño, Enrique Ochoa Reza y compañía.

La determinación de la dirigencia nacional priista acerca de que las coaliciones lideradas por el PRI deberán estar encabezadas por priistas cayó como balde de agua fría a las aspiraciones verdes en Chiapas. Y ahí es justo donde la figura de José Antonio Aguilar Bodegas comenzó a “venderse” con mayor aplomo dentro de las estrategias políticas para el gobierno local. Su importancia y peso dentro del priismo estatal lo hicieron pieza interesante dentro de la jugada electoral.

No fue gratuita su designación como secretario del Campo. Fue una posición negociada y orquestada junto al gobierno verde para darle jugada política y activarlo en caso de que fuera necesario para participar en la contienda interna del PRI. Y así sucedió. Fue un ganar - ganar para los involucrados. Bodegas aseguraba una posibilidad a sus añejas aspiraciones políticas y Velasco un elemento poderoso para dificultarle el paso a Roberto Albores Gleason, que está de más precisar no le garantiza ninguna lealtad a Manuel Velasco por los evidentes antecedentes.

Esa es una de las principales razones por las que hoy Josean está activamente dentro de la jugada electoral, con la venia de los dueños del poder en Chiapas. Su futuro dentro de la contienda interna tricolor es francamente complicado ante las afinidades y cargadas de la dirigencia nacional en claro beneficio de Albores Jr. Sus mayores apuestas están colocadas sobre los resultados de las negociaciones entre Velasco Coello y el “Grupo Atlacomulco”.

Pero su campo de acción no se ha limitado a tricolor. Aguilar Bodegas ya ha tenido interesantes acercamientos con integrantes del nuevo Frente Ciudadano por México en Chiapas y las posibilidades de que encabece dicha coalición no pueden ser descartadas. Tiene venia de gobierno estatal, algunos grupos de poder y sus aspiraciones de aparecer en la boleta electoral de 2018 podrían concretarse, incluso, mediante colores ajenos al PRI… así las cosas.