Héctor Estrada / Columna

En la Mira / Héctor Estrada

La tragicomedia rojiverde en Chiapas durará hasta marzo

Como medida urgente para destensar la situación y concretar las alianzas en los tiempos que marca la ley, las cúpulas nacionales del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Verde Ecologista de México optaron por aplazar el desenlace de la tragicomedia electoral agudizada durante el último fin semana, en medio de una serie de dramas, chantajes y amenazas que terminaron en verdaderas ridiculeces.

El acuerdo final llegó el mismo 23 de enero, en la fecha límite de inscripción, cuando al filo de la media noche se formalizó la conformación del “yunque oficialista” que abanderará los intereses gubernamentales en las elecciones del mes de julio. La sorpresa fue la integración de los partidos políticos locales bajo el control de Manuel Velasco: Podemos Mover a Chiapas y Chiapas Unido.

El pacto aparente puesto sobre la mesa fue la apertura de la selección del candidato a un método de consulta entre “las bases” de los partidos integrantes de la coalición. Había sido el principal discurso de reclamo expuesto por Eduardo Ramírez Aguilar durante los berrinches públicos del fin de semana; aunque en el trasfondo el origen de la inconformidad estaba más relacionada con el reparto de los puestos al Senado de la República.

Las negociaciones entre el PRI y el Verde para la simulación electoral que concluirá el próximo 1 de julio alcanzaron finalmente acuerdos medianamente satisfactorios para las partes involucradas. En lo público, se democratizó el proceso de selección interna, se otorgó cierta victoria, reconocimiento y dignificación a Ramírez Aguilar, Manuel Velasco y los intereses que representan.

En lo privado, el asunto resultó mucho más sencillo; simplemente se mejoraron las tajadas del reparto electoral para los berrinchudos e indignados. ¿A quién quieren engañar? Si saben perfectamente que las candidaturas a los gobiernos estatales (sobre todo en esos dos partido) nunca han sido emanadas de consultas o procesos democráticos a las “bases partidistas”. Mucho menos en Chiapas donde las “militancias verdes” son ficticias. Sin afinidad o convicción, de despensas pues.

En la lógica, la consulta entre los partidos integrantes de la coalición apuntaría a la inminente elección de Eduardo Ramírez Aguilar con toda la cargada del PVEM, PCHU y PPMCH a su favor. Sin embargo, pensar que el PRI sería tan tonto para regalar de manera tan burda la candidatura en Chiapas sería francamente pecar de inocente. El proceso quedó perfectamente amarrado y definido desde este mismo martes. Los siguientes meses serán de más circo y falsos golpeteos. 

El desenlace de la tragicomedia “rojiverde” sólo se ha aplazado para el mes de marzo (entre el 21 y 23) cuando tenga que realizarse la inscripción de candidatos oficiales para cada una de las tres coaliciones. En el transcurso todo apunta a que los chiapanecos tendremos un poco más del drama electorero entre el PRI y el Verde que ha muchos francamente ya tiene aburridos de tanto show inverosímil… así las cosas.