Miguel Ángel Godínez / Columna

Miguel Ángel Godínez

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En Tuxtla Gutiérrez, los maestros del caos, integrados en la CNTE, hicieron de la suyas y tomaron gasolineras al más puro estilo huachicolero. Queriendo atraer la simpatía de la gente y hacerla cómplice de sus fechorías, se dieron a la tarea de regalar cientos de litros de gasolina. Las pérdidas sumaron varios millones de pesos. Para desactivar el problema, que amagaba con salirse de control, el gobernador echó mano de sus negociadores. Convocó a los mentores a sentarse en una mesa de diálogo para analizar las demandas. La demanda central es la derogación de la Reforma Educativa, cosa que no está en manos del gobierno del Estado. ¿Acaso ni esto saben los maestros?.

Las campañas para la gubernatura terminaron una vez que comenzó el mundial de Rusia. La fiebre mundialista apagó a los candidatos y el júbilo que desató el triunfo de México sobre Alemania fue más que sus propuestas. Lo que éstos hicieron hasta antes del jueves, día en que se inauguró la justa deportiva, ahí se quedó. Si la selección nacional avanza a una siguiente ronda sólo habrá que esperar el día de las votaciones. Lo único que llama la atención es que quien anda muy activo en los medios de comunicación nacionales es Rutilio Escandón ¿será que quiere apretar para apuntalar su campaña o hay algo que le preocupa?

Aun cuando la atención de los chiapanecos la tiene el Tri, que no el PRI, los candidatos a la presidencia municipal de Tuxtla Gutiérrez mantienen el paso; saben que un descuido les puede costar caro ya que van en tercios. Eduardo Ramírez Aguilar, de Morena, y cuya intención apunta para el Senado, no ha dejado de apoyar a su correligionario Carlos Morales.

Como nunca antes, Chiapas está vigilado. En el gobierno de Manuel Velasco se han instalado más de 500 cámaras de seguridad en puntos estratégicos de varios municipios, los de mayor riesgo. Estos equipos sirven de apoyo a las instancias de procuración de justicia en sus investigaciones ministeriales.

Si a ello se suma la profesionalización y equipamiento de las corporaciones policiales, podemos decir que si algo caracterizó al gobierno de Velasco Coello fue precisamente su política de seguridad pública. Ya veremos que hace al respecto la administración siguiente, aunque es un hecho que entre los candidatos no es un tema central.

Súper Secretaría de Seguridad Pública. Gane quien gane la Presidencia, en lo único que han coincidido los candidatos es en desaparecer la actual Comisión Nacional de Seguridad (CNS) y reincorporar a la Secretaría de Seguridad Pública.

Como lo he dicho en este importante espacio, uno de los errores más graves de la administración del presidente Peña Nieto fue hacer caso a los caprichos y ambición de Osorio Chong, quien restó importancia a la SSP y la redujo a sólo una Comisión. Poco le importó también su infraestructura y los más de 35 mil efectivos, capacitados muchos de ellos en EU, Colombia e Israel. Lo que quería era las plazas para Gobernación y subsecretarías.

Tal fue su desinterés que aun en la guerra contra el narcotráfico, mantuvo el mismo número de elementos dados de alta desde el sexenio de Felipe Calderón.

Sin duda, la decisión de desaparecer la SSP fue un retroceso. El mismo general Enrique Montenegro, ex subdirector de la Policía Nacional de Colombia, en ese entonces asesor del presidente electo EPN, criticó la medida y dijo que se trató más de un asunto político que de un tema de eficacia técnico-científico.

A casi seis años, la CNS no tiene identidad propia. Pocos saben que entre sus funciones está el control de los penales federales, y sólo la identifican como Policía Federal. Desde su inicio ha operado con grandes errores y crisis administrativas.

En su inicio, Osorio Chong nombró como titular de la CNS a Manuel Mondragón, conocedor de la materia, pero lo removió por el sólo hecho de que le quitaba reflectores. Más tarde apareció Monte Alejandro Rubido, sin conocimientos de seguridad nacional y en cuya gestión se dio la fuga de El Chapo Guzmán a través del famoso túnel debajo del penal de máxima seguridad del Altiplano.

México fue el hazmerreír del mundo. Ni con toda la tecnología del penal se logró evitar dicho escape.

Varios custodios fueron acusados y encarcelados, algunos ya salieron libres, no así la ex coordinadora de los Centros Penitenciarios Federales, Celina Oceguera, quien advirtió sobre la urgencia de cambiar a Guzmán Loera de penal, pero Monte Alejandro Rubido hizo caso omiso. Ella aún tiene mucho que decir y quien llegue a la Presidencia deberá reabrir la investigación, porque es poco creíble que la fuga del capo haya sido sin la ayuda de algún otro alto funcionario.

En ese tiempo apareció también Enrique Galindo, comisionado de la Policía Federal, pero fue prácticamente corrido por Renato Sales ya que su soberbia le hacía sentirse titular de la CNS y no obedecía órdenes de nadie, lo que terminó por impacientar a Renato Sales.

Nuevamente los candidatos han planteado el restablecimiento de la SSP y fortalecerla para convertirla en una súper secretaría. Manelich Castilla suena para el cargo, pero de ser AMLO el próximo presidente, adelantó que pondría a Alfonso Durazo, aunque creo que recapacitará y se decidirá por Marcelo Ebrard, quien no desconoce este trabajo, ya que fue secretario de Seguridad Pública en la CDMX.

Renato Sales y Manelich Castilla tendrán que estar listos y lidiar con la transición de la CNS a SSP. El tabasqueño ha planteado también reasignar a cinco mil elementos de las Fuerzas Armadas a los cuerpos de policía para crear la Guardia Nacional.

De ser electo AMLO, el Estado Mayor Presidencial se prepararía para su desmantelamiento. El Gral. Roberto Miranda y subjefes ya tienen contemplado este escenario. Sería triste que esto ocurriera. Es un organismo con mucha historia. En julio deberá presentarse el EMP ante el presidente electo y este decidirá su suerte. Aún tengo duda que desaparezca, López Obrador ha cambiado de ideas en varias cuestiones; alguien debe hacerlo razonar de que su seguridad y la de su familia son un asunto prioritario para la nación. También hay expectativa en cuanto a la venta de aviones y helicópteros; los requerirá para llegar a los lugares más pobres e inaccesibles del país.

Todo apunta a que AMLO será el próximo presidente; si quiere gobernar bien, tendrá que hacer a un lado su fobia a las Fuerzas Armadas y llevar la mejor relación. Interesante lo que pasará cuando se entreviste con los secretarios de Defensa, general Salvador Cienfuegos y de Marina, Vidal Soberón. Se espera una transición respetuosa. Por parte de éstos, como institucionales estarán a la altura. Las dependencias que encabezan son fundamentales para la salvaguarda y estabilidad del país.

De Imaginaria. La disciplina militar está a toda prueba. Ni en la Secretaría de la Defensa ni en la de Marina se mencionan nombres de quienes serán los sucesores de los actuales titulares.