Mario Caballero / Columna

Letras Desnudas / Mario Caballero

*** ¿Fue planeado el Coronavirus?

La pregunta es seria y creo que todos deberíamos planteárnosla con la debida prudencia: ¿fue planeado el coronavirus?

Lo que últimamente se ha descubierto acerca de la pandemia da a pensar que es así. Pido de favor me siga en cada párrafo porque más allá de los vídeos en redes sociales de gente muy valiente que ha arriesgado su propia vida con tal de revelarnos la realidad del asunto, hay información que parece mostrar que China preparó todo con tal de destruir las mayores potencias económicas del mundo y arrebatarle el trono a Estados Unidos como primera potencia mundial, lugar que posee desde hace casi un siglo.

Se dice que China había venido preparando un proyecto para desestabilizar al mundo desde hace mucho tiempo, y que a pocas personas les fue revelada la información.

Se presume que una ellas fue Dean Koontz, célebre escritor estadunidense de novela negra que siempre ha escrito cosas relacionadas con conspiraciones, particularmente que tengan que ver con asesinos seriales o… gobiernos.

En su libro más famoso, Los ojos de la oscuridad, de 1981, parece anticipar de la pandemia del Covid-19, que describe como “el arma biológica más importante y peligrosa de China en una década”.

En un fragmento del libro, dice: “La llaman Wuhan-400 porque fue desarrollada en unos laboratorios de manipulación genética en las afueras de la ciudad de Wuhan y resultó la cepa viable número 400 de los microorganismos de factura humana que se crean en ese centro de investigación”.

Sin duda, lo que Koontz describe es de tal exactitud que parece no ser ficción. Sobre todo, cuando en una de las páginas, dice: “Alrededor de 2020 una enfermedad grave similar a la neumonía se esparcirá por el planeta, atacará los pulmones y los bronquios y será resistente a todos los tratamientos conocidos. Casi más desconcertante que la enfermedad en sí será el hecho de que se desvanecerá de pronto, tan velozmente como llegó, para atacar una vez más diez años más tarde, y entonces desaparecer completamente”.

Koontz es un escritor reconocido, con 14 best seller en su basta obra literaria y varias de sus novelas han sido llevadas al cine. Hoy, a sus 74 años de edad, no tiene que probarle nada a nadie. Sin embargo, creo debería explicar por qué lo que escribió hace casi 40 años tiene relación con lo que hoy acontece en el mundo.

Aparte, de manera anónima comenzó a circular un texto en Facebook y WhatsApp que también podría ser prueba de que otras gentes sabían del proyecto chino. Esta información concuerda con lo que los coroneles chinos Quiao Liang y Wang Xiangsui escribieron en el libro Guerra sin restricciones: el plan maestro de China para destruir América, de 1999.

El texto en cuestión empieza preguntado por qué el coronavirus viajó tan rápido por todo el mundo desde Wuhan, pero no llegó a Beijing y a Shanghái, y cuestiona que los chinos “compraron en grande” mientras los mercados de valores estadunidense y europeo colapsaban.

Dice: “Todos los caminos conducen de regreso a China. Crearon un virus para el cual ya tenían un antídoto; difunden a propósito el virus para obtener beneficios económicos; construyeron hospitales en pocos días; causaron el caos en el mundo, comenzando por Europa y el resto de los mundos occidentales; diezmaron rápidamente las economías de docenas de países; causaron la caída de los mercados bursátiles, compraron acciones, bonos y compañías a precios de ganga; luego obtuvieron el control de la epidemia en su país; bajaron el precio de los productos básicos, incluido el petróleo; ahora están volviendo a la producción en masa mientras el resto del mundo está parado”.

Añade: “¿Cómo es que Rusia y Corea del Norte están casi totalmente libres de Covid-19? Porque son firmes aliados de China. Los casos más bajos reportados de Covid-19 son estos dos países. Por otro lado, Corea del Sur, Reino Unido, Italia, España y Asia se ven gravemente afectadas. ¿Y cómo es que Wuhan es repentinamente libre del virus mortal?”.

Hay otro libro escrito por especialistas mexicanos del que se dice anuncia la llegada del virus a nuestro país, y que por eso el presidente López Obrador ha actuado con indiferencia porque sabe cómo, dónde y por qué surgió el virus y hasta se dice que conoce la fecha en que la pandemia acabará.

Se titula Los futuros de la Salud en México 2050, publicado en 2010 por el Consejo Superior de Salubridad General, cuyos autores son los médicos y académicos Enrique Ruelas y Antonio Alonso. En la página 383, dice: “Por otro lado, hacia el año 2020 se introduce en México un nuevo virus de alta letalidad para el que no existe cura conocida. A pesar de las restricciones en su transmisión (muy corta vida en condiciones ambientales normales), se estima que a causa de él fallece cerca de medio millón de personas. Sin embargo, luego de varios meses, las medidas preventivas introducidas permiten controlar la epidemia”.

Por tanto, si lo que dice este libro, igual que los otros dos antes mencionados, nos da a entender que la extendida y muy creída conspiración de que el coronavirus fue creado realmente en un laboratorio chino, bien podría ser cierta.

MÁS PARA REFLEXIONAR

Llegado a este punto, agradezco sinceramente que me haya acompañado con su lectura. Pero déjeme decirle que todo lo anterior es mentira. Y si lo he expuesto aquí es con la firme intención de demostrar que la única conspiración en torno al Covid-19 consiste en desinformar a la gente, causar pánico y, quizá, para divertirse un rato.

El coronavirus no es un arma biológica creada en un laboratorio sino un virus producto de la evolución natural, según explica un grupo de científicos en un trabajo de investigación publicado en la revista Natural Medicine, de Estados Unidos.

Por otro lado, el escritor Dean Koontz no ubicó al virus en China sino en la Unión Soviética, y el Wuhan-400 se llamaba en realidad Gorki-400. La página que menciona el 2020 como el año del brote de la enfermedad fue añadida recientemente para engordar la realidad y con ello generar más ganancias para la editorial.

Es fácil crear teorías desde el anonimato, tal como hacen los que difunden la supuesta conspiración a través de las redes sociales. Y es más fácil aun desmentirlos. En primer lugar, China ha perdido mucho con el coronavirus, su producción está en el nivel más bajo desde 2004 y sus pérdidas económicas podrían alcanzar hasta los 237 mil millones de dólares. ¡Ah! Eso de que propició la baja de precios al petróleo tampoco es cierto. Se originó por el enfrentamiento de Arabia Saudita, principal productor en el mundo de petróleo, con Rusia por participación en el mercado.

El libro Los futuros de la salud en México 2050 es un texto de reflexión sobre cómo debería responder el sistema de salud ante desafíos como el de hoy. Es decir, se trata de un ensayo con mucha imaginación e inventiva, nada más.

En conclusión, no hay conspiración ni guerra con armas biológicas, sino cruel y reprobable desinformación.

El mundo será distinto después de la pandemia. Mientras tanto, deberíamos aprender a escoger mejor nuestras fuentes de información. De nosotros dependerá que nos sigan viendo la cara de tontos, por abrir más rápido el Facebook que un periódico y por confiar más en lo que se diga por WhatsApp que en los medios convencionales. ¡Chao!

yomariocaballero@gmail.com