* En el primer semestre de 2024, la entidad reportó un aumento con 357 casos de homicidio doloso registrados.
Daniela Alfaro
En el primer semestre de 2024, Chiapas ha registrado un aumento del 69 por ciento en delitos vinculados con el crimen organizado, como homicidios, secuestros, extorsiones y robos de vehículos, en comparación con el mismo período del año anterior, según el Observatorio Ciudadano en el Estado.
Carmen Villa, directora del observatorio, informó que, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, se han contabilizado 357 carpetas de investigación por homicidio doloso, lo que representa un incremento del 69.2 por ciento respecto al primer semestre de 2023. Los delitos de secuestro y extorsión también han aumentado significativamente, mientras que el robo de vehículos ha visto un incremento del 10 por ciento, con 399 investigaciones abiertas hasta ahora, lo que equivale a más de dos vehículos robados al día.
En Chiapas, las tasas más altas de homicidio doloso se han registrado en los municipios de Suchiate y Pantelhó, donde el 70 por ciento de los homicidios se cometieron con armas de fuego. La violencia en estos municipios está directamente vinculada con la presencia de grupos criminales. En cuanto al robo de vehículos, los municipios de Reforma y Mapastepec tienen las tasas más altas, con 83.98 y 64.58 por cada 100 mil habitantes, respectivamente.
El aumento de la violencia en el estado ha llevado a un éxodo de aproximadamente 600 mexicanos hacia Guatemala en la última semana. Los desplazados se han refugiado en el municipio de Cuilco, en el departamento de Huehuetenango, donde las autoridades guatemaltecas han emitido certificados de permanencia humanitaria a alrededor de 200 personas.
Los gobiernos de México y Guatemala, en coordinación con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), han ofrecido asistencia y han planificado un retorno seguro de los desplazados, aunque hasta ahora, no se ha concretado ningún retorno. La situación ha sido descrita como un éxodo inédito, dado que las migraciones en la región suelen ser del sur al norte, hacia Estados Unidos.
La comunidad local ha establecido refugios temporales y centros de acopio para asistir a los desplazados, aunque los recursos han sido insuficientes para cubrir todas las necesidades. La crisis en Chiapas ha causado desplazamientos internos previos, como en el municipio de Tila, donde aproximadamente 4 mil personas tuvieron que abandonar sus hogares.
La situación sigue siendo monitoreada por las autoridades y organizaciones internacionales de Derechos Humanos, que buscan soluciones a la creciente violencia en la región.