La 4T

Mario Maldonado

Manuel Bartlett no termina de salir de un escándalo, cuando ya le explotó otro. El director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) es un radical, por eso el presidente Andrés Manuel López Obrador lo puso al frente de la empresa del Estado, entre otras cosas para impulsar la cancelación de la reforma energética y limitar al máximo la participación de empresas privadas en el sector eléctrico. Sin embargo, las cosas no le han salido bien. Al contrario, su gestión en estos dos años ha sido más que errática.

Antes de tomar posesión como director de la CFE, Bartlett recibió fuertes críticas de integrantes del movimiento político que llevó a López Obrador a la Presidencia. La excoordinadora de campaña, Tatiana Clouthier, dijo que había mejores opciones para encabezar la empresa. Clouthier ahora es la secretaria de Economía y tiene la misión de reconstruir la relación del gobierno con los empresarios, algo que Bartlett, entre otros integrantes del gabinete, se ha dedicado a dinamitar.

Bartlett llegó a la CFE con la amenaza de cancelar los contratos de siete empresas de gasoductos si no accedían a reducir las tarifas que le cobran a la empresa eléctrica. Luego de meses de negociación y de amagos de llevar las disputas a los tribunales internacionales, se llegó a un acuerdo con el que, en el corto plazo, se obtuvo una reducción de 27% en las tarifas, pero a la larga saldrá 6 mil 836 millones de dólares más caro para el gobierno, según la propia Auditoría Superior de la Federación.

Por aquellos días de marzo y abril de 2019, la CFE lidiaba con tres apagones consecutivos en la Península de Yucatán, los cuales aseguró que se originaron por incendios en zonas cañeras, pero en realidad fueron generados por sobrecargas en la red de transmisión Ticul-Escárcega, ante la falta de inversión en mantenimiento. Esos apagones afectaron a más de 2 millones de usuarios.

En julio y septiembre de 2019 se volvieron a presentar apagones masivos, esta vez en las dos Baja Californias. La CFE explicó que se debieron a cortes escalonados en el suministro eléctrico, provocados por fallas en la central de generación Baja California Uno y fallas técnicas en dos unidades en la Central de Ciclo Combinado de Mexicali. Los apagones afectaron a 40% de la población de esos estados.

El año pasado las interrupciones del servicio eléctrico de la CFE también fueron constantes. Los legisladores se lo reclamaron a Bartlett durante una comparecencia en la Cámara de Diputados a finales de octubre. “En 2020 hubo más cortes que nunca en los últimos 20 años, ¿qué van a hacer para que esto no suceda en 2021?”, reclamó el diputado del PAN, Armando Tejeda Cid.

“En todo el país la CFE cortó el servicio de energía a casi 700 mil hogares por impago durante los dos meses de emergencia sanitaria por el coronavirus”, añadió el diputado de Movimiento Ciudadano, Jorge Alcibíades García.

Las crisis más recientes, y quizá las más escandalosas, se dieron en los últimos dos meses de 2020. En noviembre el gobierno de Tabasco culpó a la CFE del desfogue de la presa Peñitas que inundó 17 municipios de la entidad y afectó a 180 mil personas. “Señor Bartlett, eso no se llama torpeza. Se llama irresponsabilidad y negligencia criminal”, lanzó el gobernador Adán Augusto López.

El 28 de diciembre ocurrió un mega apagón en el sistema eléctrico nacional que afectó a más de 10 millones de usuarios en el país. La CFE expuso que los cortes se debieron a los incendios generados en pastizales de un municipio de Tamaulipas que afectó sus líneas de transmisión. Esta semana, Bartlett reconoció que el oficio que presentó era falso y culpó a los generadores de energías renovables.

Así va la aún breve pero muy escandalosa gestión de Manuel Bartlett al frente de la CFE.