Oliendo a perfume Siete Machos –receta de un brujo pá espantá la envidia- y seguido cerca cerca por su hermano huele pedo, que la hace de guarura, acudió el sapo coloniero puntual a la cita con el pueblo de sapolandia.

Ante de iniciá mi informe de transas, quero agradecé a Dios, ve´a (quiso decí verdad) la oportunidá que me dio pa´salí de pobre, porque está jodido comé puro frijol con agua de chile en la coloña.Quero empezá, ve´a, reconociendo el apoyo de mi padrino El Zapatón, pos sin su manita santa no habría llegado a chingarme la paga de sapolandia.Como buen creyente que soy, apenas me levantaba de la cama y me encomendaba yo al Todopoderoso pa´que mis triquiñuelas me salieran sin ningún contratiempo. Navegué con bandera de pendejo pá disfrazá mis intenciones de paga. Nada hubiera salido bien, sin la ayuda de mis amigas, La Cocha Negra y La Sombra Blanca, a quienes agradezco por alumbrarme y enseñarme la técnica de cómo robá la paguita del pueblo y que se entere todo el mundo.El diezmo de la obra se cobró por adela pá asegurá la paga porque hay mucho constructor bandido. Me hice pijiji con algunos apoyos porque se los di a mis camaradas azules, que me dieron su voto de confianza pá goberná este pueblo rascuachi.Durante tres años me encerré a piegra y lodo en mi changarro mañocipal porque ojos que no ven, corazón que no siente, ve´a. Hice lo que pude por robá la mayor cantidá de paga de sapolandia pero, me voy tranquilo pos al menos merqué una mi residencia, cambié el petate por un cama kin say y mi yunta de buey por una Suburrra (quiso decí Suburvan)Me voy un poco más pelón de la morra, ve´a, porque también me di mi tiempecito pa´que mi querida me hiciera piojito cada tres horas pa´ quitarme el estrés de serví a mi gente. Agradezco la disposición de todo el cabildero porque juntos hicimo la juerza necesaria pa´ chingarnos el dinerito de las obras y hacer buenos bisnes pá dejá constancia de que mucha razón tenía el expresidente de la República Animal, JOLOPO cuando dijo: La Corrupción Semos Todos.Pá no cansarlos de las muchas tunanterías que hice, nomás le digo: váyanse en paz hermanos, la paga quedó en buenas manos. Si tienen cochi, amárrenlo y si no, compren uno con chentillo. Amén.