Haz click para ir a galería de imágenes Semanario Perfiles/FrailescaVillaflores.- Este sábado, las casas y edificios en construcción amanecieron en lo alto con una cruz de madera, adornada con papel de china; el olor de la mezcla se combinó con la de

Haz click para ir a galería de imágenes Semanario Perfiles/FrailescaVillaflores.- Este sábado, las casas y edificios en construcción amanecieron en lo alto con una cruz de madera, adornada con papel de china; el olor de la mezcla se combinó con la de los platillos regionales como Cochito, Cabeza Horneada de res y Chanfaina, ingredientes indispensables con los cuales los albañiles y los constructores celebran el Día de la Santa Cruz, de acuerdo con las posibilidades económicas.

Las cruces multicolores adornaron las obras, en señal de que los “maestros” albañiles y peones, estaban de fiesta. Fiel a la costumbre, todo trabajo se paralizó al medio día y los contratistas, encargados o dueños de la construcción fueron los “padrinos” que convidaron la comilona, donde la diversión, la música, el baile y la cerveza, menudearon durante el resto del día. “Al menos que el “padrino” sea protestante no se hace nada pero, terminando la jornada de trabajo en la obra, los que somos católicos, celebramos nuestro día por aparte”, externó José, un “maestro” albañil.
Pero, no todo es fiesta, algunos trabajadores de la construcción se quejaron de que cada año, la celebración se ha visto empañada por la crisis económica que golpea a todos los sectores sociales, “como tradicionalmente la comida y bebida corre a cuenta del contratista, encargado o dueño de la obra, el pretexto para evadir el festejo es la falta de paga”, aseguró Agustín, que lleva más de 20 años trabajando en la albañilería.
“La mayoría de las veces, el ´padrino´ de la obra, únicamente invita unos cuantos cartones de caguama”, expresó Manuel, peón de albañil pero, destacó, “lo que nunca debe faltar es la cruz de madera adornada en lo alto de la obra”.
Historia
Esta tradición data de la época colonial a partir de la formación de los gremios y según viejas crónicas, fue impulsada por Fray Pedro de Gante. La celebración fue suprimida del calendario litúrgico por el papa Juan XXIII, sin embargo los trabajadores de la construcción de México, siguieron manteniendo viva dicha tradición.