Haz click para ir a galerÃa de imágenes Ariel Grajales Rodas/Semanario Perfiles/FrailescaVa de nuez el Cara de Palo Al parecer el ex alcalde de Villaflores, VÃctor Hugo Zuarth Velázquez, no le ha caÃdo el veinte que sin la sombra del “maistro” Germán Jiménez, no representa nada ni a nadie. Cómo se recordará el matancero llegó a la alcaldÃa gracias a los años que anduvo de lame botas del cacique de La Garza.
Ya en la presidencia, traicionó a su hacedor polÃtico pensando que su primo hermano, Rubén Velázquez López, quien fungÃa en ese entonces como secretario de Gobierno del nefasto de Pablo Salazar MendiguchÃa, lo impulsarÃa a una diputación, ya sea local o federal pero, ni caso le hicieron.
Tras terminar su periodo (1999-2001) y con un olor de apestado polÃtico, creó una organización que la llamó Cosecha pero, sólo cosechó el rechazo de los campesinos por su carácter agrio y pose de carnicero de sangre azul.
Desde que se salió del patrocinio de Germán, el Cara de Palo –mote ganado a pulso- anda haciendo antesala en los comités estatal y nacional del PRI para que lo tomen en cuenta a algún cargo de representación popular, con la bandera de que es muy carismático y sus miles de seguidores están al toque de cacho sin embargo, el tufo de traidor lo persigue a donde vaya y por eso las puertas se le han cerrado.
Cada época electoral, el Cara de Palo se hace el aparecido en los comités del tricolor para ver si lo toman en cuenta, pues aparte de necio, es cara lisa, porque todo mundo sabe que si llegó a la alcaldÃa de Villaflores, fue gracias a su mero pagre polÃtico, tÃo Germán, quien seguramente lamentó ( y se la mentó) haberle brindado su apoyo tras la traición que sufrió de éste apenas ascendió al poder municipal.
Crecido porque, según él, fue el artÃfice del triunfo de la actual administración del Caite, dicen que lo han visto merodear por las oficinas estatales y nacionales del PRI, con su curriculum bajo el brazo y su cara de fuchi que no puede ocultar, ante las próximas elecciones federales del 2009.
Cómo quién dice, que tú cuerpo, quiere ser diputado federal. Soñar no cuesta.
Colosos moribundos
Con razón en Villaflores hemos estado en los últimos años en la lista de los municipios donde las temperaturas han oscilado entre 40 y 43 grados centÃgrados. Los rÃos Pando y Los Amates, que pasan por la ciudad, son apenas una caricatura de lo que antes fueron.
En sus lechos, un hilito de agua corre en temporada de sequÃa, reflejando la actitud destructora del hombre, mediante la tala indiscriminada de bosques y selvas y la extracción milenaria de arena y grava.
Los otroras caudalosos rÃos han ido muriendo ante la insensible mirada de los frailescanos. En algunas zonas el agua que corre proviene de los drenajes que desembocan en ellos.
Una capa de musgo y todo tipo de flora nociva cubre los cauces como queriendo ocultar la ignominia del ser humano. El balneario natural en que se convertÃan, aún en época de estiaje, es sólo un triste recuerdo que se quedó grabado en la mente de nuestros padres y abuelos.
La destrucción de la naturaleza, es la destrucción de la vida en el planeta, por eso, el cambio climático que ya se siente en todo el mundo, es el foco rojo que se prendió para avisarnos que algo está muy mal y debemos corregir el rumbo, antes de sea demasiado tarde.
Parque Central de Villaflores, mil usos
Lo utilizan como espacio de ceremonias religiosas, eventos deportivos, sociales y culturales, hasta de exhibidor de carros. Nadie ha reparado que la otrora Ciudad de Las Gardenias, ha dejado de ser un pueblo bicicletero para convertirse en una urbe, con más de 50 mil habitantes.
Bloquear cualquier calle adyacente al parque “Benito Juárez GarcÃa” significa quedar bien con el sector social que solicita el taponeo pero, a la mayorÃa le provoca incomodidades por el severo congestionamiento vial que se forma en el primer cuadro de la ciudad, de por sà reducido.
Cada vez que alguien se le ocurre tapar alguna calle que rodea la plaza central, llueven las mentadas de madre por parte de los automovilistas pues, el caos vehicular está presente durante todo el tiempo que dura la obstrucción, y no es para menos, el número de vehÃculos ha crecido considerablemente a tal punto que se hace necesaria la instalación de semáforos para controlar el tráfico, que en las horas pico se vuelve desesperante.
Al igual que éste humilde escribidor, muchos dejaron la bicicleta y compraron su carrito, por eso, hasta quedan uno sorprendido por las largas filas de automotores que se forman en las principales calles y avenidas.
Ante el crecimiento desmesurado del parque vehicular, bloquear cualquier calle que rodea la plaza central, es una inconsciencia.
Villaflores, hace tiempo que dejó de ser el pueblote en donde abundaban las carretas y las bicicletas, ahora es una ciudad en crecimiento, que requiere que sus arterÃas vehiculares estén libres de obstáculos para agilizar el flujo cotidiano de las miles de unidades.