Tome precauciones

MARCO  ANTONIO ALVARADO / NOTICIAS 

Si piensa realizarse una lipoescultura, aumento de mamas o rinoplastía, visite la página electrónica del Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (Cmcper). Le sorprenderá encontrar a pocos médicos acreditados para ejercer esta especialidad.

Quienes aparecen en el sitio (cmcper.org.mx) como cirujanos acreditados, es porque al término de su especialidad renovaron esta certificación cada cinco años, y para ello tienen que cumplir con la actualización de su actividad académica por congresos, cursos, docencia y publicaciones científicas.

Incluso la Ley General de Salud reconoce al Cmcper como organismo facultado para avalar los conocimientos en este campo de la medicina, y en su artículo 272 Bis, establece que para realizar un procedimiento quirúrgico de especialidad es obligatorio contar con una cédula de especialista legalmente expedida por las autoridades educativas competentes, y tener un certificado vigente que acredite la capacidad y experiencia en la práctica, el cual deberá ser expedido por el consejo de la especialidad según corresponda, en este caso, el Cmcper.

LOS QUE ESTÁN

En el caso de Chiapas están avalados por el Cmcper los cirujanos plásticos, estéticos y reconstructivos Francisco Vladimir Rojas Aguilar, Kevinn Malouf Sierra, Erick Frank Pineda Villafuerte, Guillermo Sánchez Chanona, Víctor Manuel Anzueto Ortega, Cecilia Aída Cuesy Ramírez, Mario César Paredes Zenteno, Edilberto García Santiago, Carlos Alexander Roblero Rivera, Ernesto Colinas Cosío, Facundo Javier Parada Ovalle, Carlos Alexander Roblero Rivera, Víctor Salvador Perea Posada, Ernesto Javier Quiroz, César Moisés Galán  y Juan Cuellar Dodd.

“La ley que regula nuestra actividad profesional existe y tiene exigencias claras”, destacó el presidente del Colegio de Cirujanos Plásticos de Chiapas, Mario César Paredes Zenteno.

Como integrante del Comité de Medicina Legal de la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (AMCPER), pidió a la población que investigue en manos de quién dejará su vida y su salud antes de someterse a un procedimiento para modificar alguna estructura o contorno de su cuerpo.

Recordó que estos organismos nacionales “no son un grupo de amigos”, ya que deben cumplir con responsabilidades establecidas en la ley, así como las disposiciones emitidas por la Secretaría de Salud.

Además, el Comité Normativo del Consejo de Especialidades Médicas, que regula las 47 especialidades reconocidas en el país, establece claramente que los procedimientos relacionados con el cambio o corrección del contorno, diferentes zonas o regiones de la cara y cuerpo “deberán efectuarse en establecimientos o unidades médicas con licencia sanitaria vigente, por médicos especializados en cirugía plástica, estética y reconstructiva.

Aclaró también que la población no debe confundir algún diplomado o curso con los estudios que se necesitan para ejercer esta especialidad que, como mínimo, exige un conocimiento probado de 27 mil horas con pacientes, bajo vigilancia de un asesor académico.

“Es una preparación muy extensa porque no se trata sólo de poner una cara bonita, sino de conocer todo lo relacionado con la salud humana por las complicaciones que podrían presentarse”.

LOS RIESGOS DE LA VANIDAD

Las redes sociales han ayudado a difundir toda clase de procedimientos estéticos realizados en clínicas que surgen de la noche a la mañana. Se ofrecen desde aplicaciones de botox hasta la eliminación de grasa corporal mediante una liposucción, entre otras técnicas, y muy pocas veces la población indaga en la preparación del médico tratante.

De acuerdo con la Ley General de Salud, los colegios de profesionistas deben poner a disposición de la Secretaría de Salud los datos completos de las personas que llevan a cabo estos procedimientos y también de las instituciones educativas que avalaron los conocimientos que dicen tener.

Y esta información también debe ser mostrada en caso de que se publiciten en medios informativos, ya sean impresos o electrónicos, como lo ordena el artículo 272 Bis: “deberán prever y contener con claridad en su publicidad cédula profesional, certificado de especialidad y la institución que les expidió el título”.

Cuando esto no sucede hay un riesgo para el paciente, y los casos han sido ampliamente documentados en el país, como el de la cantante Alejandra Guzmán, pero también en Chiapas se sabe de personas que terminaron con tejido necrosado y a punto de morir porque les introdujeron sustancias no avaladas, como aceites o plásticos.

Las consecuencias de estas intervenciones hechas por gente sin conocimiento “son una alerta sanitaria por los efectos que provocan, como reacciones inmunológicas que llegan a ser tan graves que ocasionan fallas renales”, destacó Paredes Zenteno.

El especialista informó que han aumentado las lipoesculturas, aumento de mamas y las cirugías en la nariz; esto demanda mucha preparación y no sólo cursos o diplomados en “escuelitas”.

Como también lo ordena la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), la cual exige acreditar la licenciatura en medicina, la especialidad en cirugía plástica y estar avalados por el Cmcper.

Quienes no acrediten lo anterior y sólo tengan título de maestría en cirugía estética “en virtud de no contar con habilidad y experiencia en la práctica de procedimientos correspondientes a la cirugía plástica, estética y reconstructiva, no deben llevar a cabo procedimientos quirúrgicos”, y de hacerlo, la autoridad sanitaria está obligada a suspender el establecimiento.

El ocho de noviembre pasado la joven Fanny Jahely Bartolomé Castellanos pidió a las autoridades que hagan lo conducente en el caso de “Natural’s Tuxtla Clínica & Spa”, donde le realizaron una rinoplastia que puso en riesgo su vida, y por la que ha necesitado de más intervenciones médicas.

Según su anuncio en Facebook,  la clínica ofrece aumento de mama con implante, abdominoplastía, lipoescultura, bichetomía, rinoplastía, entre otros procedimientos estéticos, como la aplicación de botox y está a cargo de Heber Nabani Matus Lerma, cuyo nombre no aparece en el listado del Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, como tampoco aparecen otros nombres afamados en revistas de sociales.