Mario Caballero || Columna

(Parte 2)

Letras Desnudas || Mario Caballero

*** Los Protegidos de Zoé

A mediados de julio pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que el sistema de salud en México está muy mal. “Ahí tenemos un pendiente, esa es una asignatura pendiente, porque está muy mal el sistema de salud pública”, dijo.

Y se comprometió: “Vamos a garantizar, pero en realidad, de verdad, el derecho a la salud. Vamos a que, en todos los centros de salud, unidades médicas rurales, en los hospitales, haya médicos generales y haya especialistas y no falten las medicinas y todo se entregue y se dé el servicio de manera gratuita”.

Sin embargo, la promesa no se ha cumplido, en parte, por funcionarios que no hacen bien su trabajo, como Zoé Robledo Aburto, quien no sólo ha permitido que varios servidores públicos a su cargo hagan negocios en perjuicio del IMSS y sus pacientes, sino también los protege. Tal es el caso de Nemesio Ponce Sánchez, que tiene como su proveedor favorito a Vitramex y cuyo hijo ha obtenido contratos millonarios con la institución, como ya lo mencionábamos en la entrega del miércoles pasado.

Hoy toca hablar de otro de sus protegidos, Jesús Eduardo Thomas Ulloa, quien funge como jefe de Unidad de Administración en el Seguro Social.

EL IMPRESENTABLE

Thomas Ulloa es un personaje impresentable, implicado no en uno, ni en dos, sino en muchos casos de corrupción y desvío de recursos públicos a lo largo de su carrera en la administración pública.

Ejemplo de ello es el desorden financiero que provocó en el Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado de Chiapas (Isstech), a cuya dirección general llegó en noviembre de 2016 impulsado por el falso exdiputado indígena Humberto Pedrero Moreno, de quien fue su principal brazo operativo en la Secretaría de Hacienda del Estado.

Durante su gestión desaparecieron los fondos que debieron ser transferidos a las clínicas y hospitales del Isstech e igualmente decenas de millones de pesos de las cuotas que se les descuenta vía nómina al magisterio y a los trabajadores estatales. Este presunto desvío de recursos provocó que a los maestros y burócratas se les negara el derecho a prestaciones como créditos para vivienda, servicios médicos de calidad, medicamentos, entre otros.

Derivado de la opacidad y el mal manejo de las finanzas del organismo, el servicio en los hospitales fue deplorable, indignante. Tan sólo en el Hospital Vida Mejor, las principales quejas del personal médico y derechohabientes fueron por la falta de medicamentos, equipo médico, insumos y, por si fuera poco, se cancelaron cirugías de pacientes graves por no haber material quirúrgico y por el mal estado de las instalaciones.

En pocas palabras, Eduardo Thomas exprimió los últimos recursos que le quedaban a esta institución en bancarrota que tanto le ha costado sanear en sus finanzas y recomponer internamente al actual gobierno estatal.

A pesar de ello, Zoé Robledo, quien presumía ser uno de los funcionarios más inteligentes, honestos y preparados de la Cuarta Transformación, lo contrató y le dio un puesto clave en la adquisición de bienes y servicios del IMSS.

Y tampoco le importó que, en enero de 2016, Thomas Ulloa fuera llamado a comparecer en Audiencia de Ley por la Secretaría de la Función Pública por el presunto robo de un vehículo oficial, marca Nissan, tipo Tsuru, modelo 2011, con placas de circulación DGR-1771 y por el que se le adjudicó un daño al patrimonio al Gobierno del Estado por un monto total de 322 mil 900 pesos.

En el momento que se le imputó el delito, fungía como director de Administración y Finanzas del Instituto de Salud. El expediente es el número 181/DR-A/2015, que fue publicado en el Periódico Oficial 224, con fecha miércoles 17 de febrero de 2016.

Todo esto Zoé Robledo lo pasó por alto. ¿O le valió? Además, los muchos delitos que según cometió en complicidad con Humberto Pedrero en la Secretaría de Hacienda, quien, entre otras cosas, fue señalado de desviar alrededor de 300 millones de pesos del Seguro Mutuo de Vida del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado.

CORRUPCIÓN EN EL IMSS

En este punto, considero que muchos han de preguntarse cómo alguien con los antecedentes delictivos de Jesús Eduardo Thomas Ulloa pasó a formar parte del gobierno de la Cuarta Transformación, que tiene como principales banderas el combate a la impunidad y la corrupción.

La verdad, mediante una de las prácticas con mayor tradición en nuestra política mexicana, el amiguismo. Humberto Pedrero lo llevó a la Ciudad de México y lo presentó con el director general del Seguro Social, quien lo nombró coordinador normativo PHAE, cargo que ejerció de julio a octubre de 2019. Y fue tanto el grato sabor de boca que dejó en Zoé, que éste le entregó después la titularidad de la Unidad de Operación Financiera, que desempeñó de octubre de 2019 a julio de 2020. Tras esta última fecha, Thomas Ulloa funge como jefe de Unidad de Administración a nivel nacional, uno de los cargos de mayor relevancia en el organismo.

Aquí está señalado por la presunta comercialización de medicamentos a sobreprecio, donde él, su primo Duanne Thomas y la coordinadora general de Planeación Técnica de Abasto del IMSS, Karina Sarmiento, han comprado medicinas e insumos hasta con un 800 por ciento arriba de su costo real. Se dice que a través de esta práctica han afectado a la institución por más de 3 mil 889 millones de pesos, beneficiando a empresas como Kurt Nyssen, Leo Medic y Medical Evolution.

Es más, Thomas Ulloa, Duanne y Karina Sarmiento le han abierto las puertas a diez empresas que mantenían un monopolio desde hace varias décadas y que habían sido vetadas tras el arribo de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República, quien las implicaba incluso con el cobro de derecho de piso para acceder al mercado público.

No es todo. Con el pretexto de dar vida a las “directrices en procedimientos de adquisiciones locales de bienes de consumo”, han impulsado compras regionalizadas en lugar de consolidadas, al más puro estilo priista.

Por otro lado, el 20 de septiembre de 2021, Eduardo Thomas, junto con el director de Administración, Borsalino González, otorgó un contrato por 20 millones de pesos a Landsteiner Pharma para proveerle al IMSS 2.5 millones de pruebas de antígenos, de las cuales sólo se sabe que se entregaron la mitad y un gran número de éstas presentaron deficiencias. Corrupción.

Y es tanta la responsabilidad de este personaje en las irregularidades financieras del Instituto, que hasta las ambulancias andan por las calles sin llanta de refacción.

Esto no es lo peor durante su paso en el IMSS. Pues según revelaciones del periodista Mario Maldonado, columnista de El Universal, Thomas Ulloa y Mauricio Zebadúa, delegado del IMSS en Nuevo León, estarían siendo investigados por su presunta implicación en la ejecución del joven empresario Carlos Amadeo Moguel, cuyos restos fueron hallados cerca del cruce entre la autopista Ocozocoautla-Arriaga el pasado fin de semana.

ASÍ LAS COSAS

Este es Eduardo Thomas, el otro protegido de Zoé Robledo, quien presume ser el nuevo rico de Tonalá, donde se dice que ha adquirido propiedades al por mayor, así como en Puerto Arista y la comunidad Cabeza de Toro.

yomariocaballero@gmail.com