Juan Carlos Cal y Mayor || Columna

A ESTRIBOR || Juan Carlos Cal y Mayor 

*** Vuelta a la página

Veo con flojera que en las redes sociales sigue la batalla -y los insultos- entre quienes se ufanan del triunfo de Claudia Sheinbaum y los opositores derrotados en perpetua frustración por no entender todavía lo que pasó el 2 de junio. A pesar de pasar como nunca antes por largas filas para votar, no conciben cómo es que la participación ciudadana fue la misma que en elecciones anteriores. Después de las multitudinarias marchas ciudadanas y los concurridos mítines de Xóchitl no encuentran ninguna lógica ante una aplastante descalabro que la superó por casi 20 millones de votos.

HECHO CONSUMADO

El hecho está consumado, no hubo manera de impugnar semejante derrota. En todo caso que quede el antecedente del TRIFE para dejar testimonio de las irregularidades del proceso y que no se siente un mal precedente respecto de futuras elecciones. Claudia Sheinbaum será la próxima presidenta de México y la 4ta seguirá en el poder otros seis años con todo y su carga de indeseables. No queda más que dar vuelta a la página y dejar de relamer las heridas para deleite de quienes parecen no disfrutar de su triunfo y prefieren desahogar su furia contra los vencidos. No hay humildad en la derrota ni generosidad en la victoria.

A TODA COSTA

Está claro que López Obrador no iba a arriesgarse por ningún motivo a perder esta elección. Hizo lo indecible por llegar al poder y haría todo lo posible por sostenerse en él a través de su sucesora. Solo que antes fue opositor y ahora tuvo todo el poder. No estaba dispuesto a perder y la estrategia le salió a pedir de boca. 35 millones de beneficiarios con dinero disponible en efectivo y tres meses por adelantado. Un ejército electoral de miles a sueldo del gobierno. Una intromisión presidencial permanente y descarada en el proceso electoral. La elección de una contra dos. Se hizo sentir el poder intimidatorio del estado contra empresarios, los intelectuales y la presión sobre los propietarios de los medios de comunicación.

¿CLAUDIA SERÁ DIFERENTE?

Lo que viene ahora es aceptar la realidad. Para muchos Claudia no es más que una copia del presidente, pero yo quiero pensar que será diferente. Que no le quedó más remedio que mimetizarse con el actual ocupante de palacio, pero entiende que ahora le tocará a ella y a nadie más gobernar. Contrario a lo que muchos piensan no creo que vaya a ser un títere. El poder no se comparte. El lenguaje y los mensajes que ha empleado hasta ahora destacan un tono conciliador, sobre todo con el sector privado con quienes ha sostenido sendas reuniones. Le interesa apaciguar a los mercados y dar señales claras de que no tomará acciones que afecten la economía y ahuyenten la inversión.

LA REFORMA JUDICIAL VA

De todas maneras, la reforma al poder judicial va y es ahí donde la puerca torcerá el rabo. La idea de depurar a la Corte y los tribunales pone en riesgo laboral a miles de jueces federales y magistrados, así como se está planteando. Muchos de ellos tienen una sobrada experiencia y formación jurídica. Han ascendido profesionalmente con gran esfuerzo y dedicación, son en su mayoría jueces de carrera. Pretender renovar al poder judicial mediante el voto popular es un despropósito que socavará dicha institución. Los jueces deben obediencia a la constitución y no al mandato popular. Teniendo a Cristo y Barrabas, Pilatos preguntó al pueblo ¿A quién suelto? Y ellos contestaron que a Barrabas sabiendo que era un conocido ladrón, a Cristo pidieron crucificarlo.

TURBULENCIA

El solo anuncio del presidente para aprobar sus reformas constitucionales que pasan por la reforma al poder judicial, ha provocado turbulencia en los mercados. Nuestra moneda tuvo su mayor depreciación del sexenio en una sola semana escalando de 16 a casi 20 pesos por dólar. Desde Estados Unidos se han expresado ya preocupaciones por la incertidumbre jurídica que esto provoca. Son nuestro principal socio comercial y necesitan un marco jurídico seguro y confiable para garantizar y proteger sus inversiones. Ante eso Sheinbaum matizó diciendo que realizarán un parlamento abierto, que habría diálogo y se escucharía a las barras y colegios de abogados, a las universidades y a los propios jueces, pero poco le duró el gusto. Ahora dice que será una consulta organizada por Morena. El presidente insistió en aprobar la ley así como va, que es como él está acostumbrado. “La justicia, por encima de los mercados” afirmó tajante.

PAPA CALIENTE

Vaya papa caliente la que está heredando a su sucesora. Ella lo sabe, pero aún no detenta el poder. Afirman los expertos que la oposición podría interponer una acción de inconstitucionalidad y tirar la reforma si resulta impuesta por la mayoría morenista. Hay un clima de zozobra que afecta ya a los inversionistas que financiaron el déficit invirtiendo en CETES. Las semanas por venir servirán para medir el talante de la próxima presidenta que hoy navega entre la complacencia con el presidente y la desconfianza de los mercados.

CORONA DE ESPINAS

Falta por ver qué pasará con los órganos constitucionales autónomos, el famoso plan C que validaron a ciegas los electores de Morena a cambio de los programas sociales. El iceberg está a la vista y el presidente parece no estar dispuesto a cambiar de rumbo, el choque será inevitable. Lo peor es que el horno no está para bollos si como es previsible resulta electo Donald Trump. No es muy adepto al Tratado de Libre Comercio porque aduce que eso significó la pérdida de millones de empleos en los Estados Unidos. No dudaría en darnos un ramalazo si con ello además presiona a México para frenar la migración. López Obrador le puso la corona a Sheinbaum, pero no le avisó que sería una corona de espinas.